Luego de la solicitud de renuncia de todo el Gabinete, el Presidente Sebastián Piñera procedió aceptar ocho de estas, aunque el cambio no fue absoluto, sino que optó por hacer enroques.
En este sentido, salieron Andrés Chadwick del ministerio del Interior y Seguridad Pública; Felipe Larraín de Hacienda; Gonzalo Blumel de la Secretaria General de la Presidencia; Cecilia Pérez de la Secretaria General de Gobierno; Juan Andrés Fontaine de Economía; Nicolás Monckeberg de Trabajo y Previsión Social; Felipe Ward de Bienes Nacionales y Pauline Kantor del Deporte.
Como reemplazo y haciendo enroques, dejó en Interior y Seguridad Pública a Gonzalo Blumel; en Hacienda a Ignacio Briones; en la Secretaría General de la Presidencia a Felipe Ward; en la Secretaría General de Gobierno a Karla Rubilar; en Economía a Lucas Palacios; en Trabajo y Previsión Social a María José Zaldívar; en Bienes Nacionales a Julio Isamit y en Deporte a Cecilia Pérez.
Del total de los cambios, tres fueron enroques, Blumel, Pérez y Ward, además ascendieron el subsecretario de Obras Públicas a Interior, la intendenta de la región Metropolitana a la vocería y la subsecretaria de Previsión Social a Trabajo.
En cuanto a los nuevos rostros, Isamit fue unos de los líderes de la “Revolución Pinguina” y prestaba servicios al gobierno; y Briones es académico con un master en economía política e historia en económica y financiera.
Tras el cambio, el Presidente Piñera hizo alusión a lo que está experimentando el país con las manifestaciones ciudadanas, precisando que los actos de violencia “jamás deben ser aceptados en una sociedad civil” y deben ser sancionados con todas las herramientas que un estado de derecho posee y respetando los derechos humanos.
Agregó que saben que deben modernizar las instituciones públicas y felicitó la labor realizada por las fuerzas armadas y de orden, apelando que si existieron casos de abusos están siendo investigados.
Asimismo, planteó que los chilenos quieren “construir algo mejor y transitar por el cambio del progreso la justicia y la paz” por lo que llamó a escuchar “con humildad templanza y sabiduría”, además de poner sentido de urgencia al profundo mensaje de la gente.
En tanto, uno de las tareas más claras las tendrá el ministerio de Desarrollo Social, pues deberá organizar “un diálogo que sirva a las comunidades”, que sea amplio y libre que llegue a “todos los rincones del país, en donde se aporte y todos puedan participar”.
Piñera recalcó que deben “enfrentar los desafíos y las oportunidades que exigen que cada uno aporte lo mejor y dejar de lado todo tipo de violencia. Dejar de lado toda forma de pequeñez o mezquindad”.