El gobernador regional de Antofagasta, Ricardo Díaz Cortés, aseguró que el Corredor Bioceánico no solo debe entenderse como una vía para mover carga entre Sudamérica y Asia, sino como una plataforma productiva que transforme la matriz económica de la región, a partir del desarrollo de una nueva industria alimentaria.
“Queremos diversificar nuestra matriz económica. Gracias a la minería tenemos aeropuertos y puertos habilitados para carga internacional, pero nos falta dar el salto hacia una nueva industria que genere empleo y desarrollo”, afirmó Díaz.
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La propuesta apunta a procesar alimentos provenientes de Brasil, Paraguay y Argentina —principalmente carnes, lácteos y granos—para transformarlos en productos con valor agregado como hamburguesas, conservas o carne molida, que puedan ser exportados a mercados internacionales desde puertos del norte chileno.

“Si traemos carne paraguaya a Antofagasta y la preparamos como carne molida o hamburguesas para exportación hacia Australia, Canadá o China, el arancel que pagaríamos sería 0%. En el caso de Japón bajaría del 10% al 4%”, explicó el gobernador, destacando el potencial de los tratados de libre comercio chilenos como incentivo comercial.

Esta visión ya comienza a concretarse. Ricardo Díaz reveló que un emprendedor local ha iniciado conversaciones con representantes de la provincia argentina de Jujuy para instalar una planta frigorífica en la región, lo que permitiría no solo dinamizar el comercio y atraer inversión extranjera, sino también abaratar el precio de los alimentos en la zona norte.
“Esto es una buena noticia, porque se abre un mercado distinto que no existe en la región. Y también visiona la posibilidad de traer alimentos más baratos, que es lo que todos quisiéramos”, enfatizó el jefe regional.

El enfoque del Gobierno Regional de Antofagasta es claro: hacer del Corredor Bioceánico un motor para el desarrollo productivo, dejando atrás la idea de que el norte de Chile solo puede exportar minerales. La industria alimentaria permitiría atraer carga del centro-sur de Sudamérica, aprovechar la infraestructura portuaria de Antofagasta, Mejillones y Tocopilla, y convertir la región en una plataforma de exportación estratégica al Asia-Pacífico.
