Chuquicamatina de nacimiento, pero calameña de alma, convicción y vocación. Andrea Vásquez es socióloga y dirigente de la Coordinadora por la Defensa del Río Loa y la Madre Tierra, entidad desde donde ha trabajado para resguardar y preservar el medioambiente de la provincia. Una joven con convicciones claras y un argumento que busca un mejor futuro para las próximas generaciones de loínos.
¿Por qué estás en Calama?
Volví a mi tierra con el deseo de desenvolverme profesional y humanamente, porque la llevo en mis venas, en mi mente, en mi cultura y en mis sentimientos, porque siempre tuve un apego importante con Calamita, por ejemplo, de ir los fines de semana al río.
¿Cómo nace la conciencia social que ha desarrollado?
Desde siempre he sido una persona que ha tenido una conciencia colectiva, más que individualista. Siempre tuve un pensamiento crítico, en la escuela me retaban por pensar como lo hacía y en la universidad tuve la oportunidad de organizarme, conocer gente, participar en instancias políticas, estudiantiles, movilizaciones y en trabajos territoriales que también que pude llevar a cabo mientras vivía en Iquique como estudiante.
Cuando llegué a Calama, en 2010 más o menos, estaba todo el tema del movimiento ciudadano, de las movilizaciones masivas y en ese contexto comienza a nacer en mí el interés de poder organizarme. Me llegó un panfleto de la mano de un dirigente conocido de Calama, Daniel Ramírez, yo iba caminando y me pasa un flayer sobre una asamblea que se iba a realizar producto de un proyecto que se buscaba generar en Calama, que era de Collahuasi y que buscaba extraer 500 litros por segundo del agua del rio Loa y llevarlos a la región de Tarapacá.
Fui a esa asamblea y nunca más me desligué del tema ambiental, después formamos una organización que es la Coordinadora por la Defensa del río Loa, que tiene vigencia desde 2012 en adelante.
¿Qué significa para para ti el río Loa?
Para mí el río Loa es una caudal de vida que alimenta todo nuestro territorio, el que tiene la característica de ser el más árido del mundo y que la riqueza única que yace en el rio es que permite una vida y una diversidad increíble en toda en nuestra cuenca.
¿Cómo mujer y dirigenta, cómo ves a la mujer calameña?
Para mí es tremenda, la Coordinadora por la Defensa del río Loa ha sido compuesta principalmente por mujeres en su historia, por indígenas y no indígenas, madres que ya tienen todo un camino de saberes recorridos y también esta pequeña sección que quizás está representada en mi como una mujer que tuvo la oportunidad y el privilegio de poder estudiar y volver a su tierra para retribuir en algo toda esa bondad.
La calameñas son las que han levantado la lucha del medioambiente, por la salud, porque el hospital que tenemos hoy se debe gracias y en gran medida a la lucha de las mujeres. No es fácil nacer en un territorio que está pensado para el hombre, porque el modelo de la mega minería nos ha impuesto un modelo de ciudad muy masculinizada y dentro de este contexto ha sido fundamental para levantar las luchas y para visibilizar la realidad en Calama.
Hace poco, se publicó un estudio que revela que el río Loa estaría agotado y que vendría con una carga salina importante y varios aspectos adicionales, ¿cuál es tu opinión y tu sentimiento frente a esta situación?
Es un sentimiento de angustia, de impotencia, pero también es un llamado a poder revertir la situación. Nosotros hemos abordado la problemática del río Loa, de su sobre explotación y contaminación, que es algo que se viene arrastrando hace muchos años, muchas voces en algún momento lo han expresado igual y creemos que ha sido sacrificado y no puede ser que nuestra cuenca hídrica, que es la fuente de vida en un desierto tan árido, sea sacrificada de forma indiscriminada en sus usos y también en su descuido.
Nosotros como organización hemos levantado el derecho al acceso al agua como un derecho humano que no está consagrado en nuestra constitución y que hemos peleado años por derogar el código de aguas, pero derogar el código de aguas ha estado anclado por las limitancias que tiene nuestra constitución. Creemos en la necesidad de poder recuperar el río. Este estudio señala que de aquí a 20 años si no se cambia la forma de gestión de la cuenca hídrica se puede ver agotada.
Quiero que las futuras generaciones también puedan disfrutar de lo que yo en mi niñez disfruté y ahí surge la necesidad de tener una información concreta, formal que nos lleva a defender el río Loa y exigir la devolución de derechos de agua de empresas que han extraído históricamente aguas y que hoy tienen que retribuir al territorio, devolviéndola a su caudal.
También pensamos que es importante reconocer y profundizar en los estudios de contaminación del río Loa, cuando hubo el derrame que contaminó toda su cuenca, en el episodio de 1997 de Quillagua, que terminó destruyendo la localidad ecológicamente y por tanto también socialmente, había elementos químicos como el xantato, que es producido solamente por la minería.
Creo que se debe avanzar a la justicia ambiental del río Loa para poder recuperarlo, porque si no será terrible, se acaba el río y se acaba la ciudad, como también los pueblos del interior, que es lo más dramático.
Codelco anuncia una desaladora en Tocopilla. Deberían devolver las aguas al Loa….
Sí, deberían devolver los derechos de aprovechamiento que tienen y el agua al cauce, generando un modelo de gestión de las cuencas donde se permita una viabilidad en el sustento ambiental del río loa.
Cuando hablamos de priorizar el uso del agua, es que debe ser con usos establecidos, las prioridades son dos y es el consumo humano y para mantener los ecosistemas que viven y dependen del río Loa.
Entonces la minería no debería ser una prioridad, las empresas tienen que generar modelos de sustentabilidad en sus procesos y creo que la desalinización del agua de mar es un proceso que hoy también tiene un manto de desconocimiento y de irregularidad, en el sentido que no existe un marco legal que regule la desalinización de agua.
Este proceso también tiene impacto en los ecosistemas del mar. Si aumentas dramáticamente el Ph en el puedes matar la fauna marina. Puedes generar una catástrofe ambiental en ese sentido.
Tenemos que avanzar hacia procesos que sean más eficientes en el uso de los recursos hídricos, pero no puede ser sin marcos regulatorios, por eso que hablamos y vuelvo a decir que debemos tener igualdad ante la ley.
Tampoco tenemos regularización para los tranques de relaves, que no es cosa menor. El de Talabre es el que tiene mayor uso a nivel nacional. Hay otros que tienen RCA que son en cantidad mayor, en extensión podrían ser mucho más grandes, pero la realidad es que este es el que utiliza la mayor cantidad de metros y kilómetros aprobados.
Codelco ya tiene un relave botado y abandonado que está en nuestro territorio, que está a kilómetros del de Talabre, que es un pasivo ambiental que ha pasado muy piola y que no sabemos cuáles son las implicancias de ese abandono. Hoy si las empresas abandonan sus relaves o instalaciones no existe un marco regulatorio que diga qué procedimientos tienen que desarrollar como empresa antes de irte del territorio.
El tranque de Talabre fue uno de los principales puntos que se trató en el plan de descontaminación cuando la ciudadanía levantó sus observaciones. Coméntanos cómo fue ese proceso y la participación de la coordinadora
En su momento, cuando estábamos luchando para que no se ampliara la planta de plomo y habíamos terminado de llevar a cabo una movilización en contra de la ampliación de la red de sulfuros, que aprobó finalmente el ampliar el relave, nos dimos cuenta que Calama tenía un plan de descontaminación que no se había ejecutado y que, en su reemplazo, las empresas y el gobierno de turno, que fue el primero de Sebastián Piñera, habían llegado a un acuerdo para hacer un plan de gestión de descontaminación.
Fue un instrumento inventado, que no existe en nuestra legislación. Cuando llegó el segundo gobierno de Michelle Bachelet, el seremi de Medio Ambiente en ese tiempo vino y empezó a dar conferencia de cómo se había logrado descontaminar Calama a través de este plan de gestión y nosotros nos dimos cuenta que seguía siendo zona saturada y que no se había ejecutado un plan de descontaminación.
Empezamos a denunciar este hecho, con Contraloría, con funas, nos movilizamos y el resultado es que se activó la ejecución de un plan de descontaminación porque Contraloría nos dio la razón y señaló que acá había un notable abandono de deberes del parte del Estado con Calama por no ejecutar un plan de descontaminación.
En 2017 retomamos este proceso y actualmente solamente falta la firma del Presidente para que pase a Contraloría y sea un decreto de ley y podamos conocer en qué quedó este documento.
El rol de las organizaciones fue fundamental…
En todo este proceso, las organizaciones sociales fuimos las que lo impulsó, no fueron las autoridades, no nació del Estado, tampoco del gobierno, ni del municipio. Logramos un hito nacional, ya que fuimos la comuna con mayor participación ciudadana que hace observaciones en un plan de descontaminación.
Eso ni siquiera Quintero o Puchuncaví lo lograron en sus procesos. Llevamos a las calles las demandas medio ambientales, hicimos participar a la gente y lo hicieron en gran medida.
Y una de las demandas más sentida tiene que ver con este relave, que es dos veces más grande que Calama y que genera una afectación ambiental importante, entonces, el gobierno por ejemplo propuso un cerco de arborización como de diez kilómetros entre el tranque de relaves y Chiu chiu como forma de remediación en el plan de descontaminación.
Nosotros cuestionamos esa medida, creemos que es insuficiente y esperamos que en el proyecto del plan de descontaminación definitivo haya mejorado esa propuesta, porque finalmente creemos que 10 kilómetros para un relave de 65 kilómetros no es nada y no pueden ser medidas cosméticas las que impulse el gobierno, sino que sea medidas que lleven a descontaminar Calama.
Si ese plan definitivo, cuando se decrete y podamos tenerlo en nuestras manos no se condice con las demandas de la ciudadanía, nosotros vamos a seguir luchando para tener un documento que sí recoja las demandas de la ciudadanía.
Cuando la gente escucha del plan de descontaminación lo siente lejano, pero en qué se traduce…
Significa que las empresas que contaminan -que son identificadas en un 97% como Codelco y 2% RAM- que son las que más afectación generan en la calidad del aire. Cuando nosotros respiramos un aire contaminado y saturado, eso afecta a nuestra salud.
El Estado reconoce que hay una afectación a la salud, por tanto, el plan de descontaminación lo que tiene que hacer es disminuir esas emisiones para no afectar la salud y el medio ambiente de la población.
Eso se debe traducir en la ciudad en proyectos de arborización, de creación de áreas verdes, en sistema de monitoreo que van a pasar a control del Estado y que eran manejados en un momento por Codelco, en que debe existir un control estricto en la industria minera para que no siga afectando la calidad del aire y, por tanto, ellos tienen que cumplir con normativas que establezca este plan de descontaminación para su funcionamiento.
No es casualidad que Calama sea el epicentro de muertes por el Covid-19 que es una enfermedad que afecta al sistema respiratorio, entonces, lo que buscamos es un bienestar para la salud pública de Calama. Si eso no se logra es porque las medidas que se implementaron en ese plan no permitieron descontaminar realmente Calama.
Una palabra una opinión
Río Loa: La defensa por la vida.
Calama: Tierra hermosa que debemos recuperar
Andrea Vásquez: Luchadora
Medio ambiente: Sin tierra no hay vida
Codelco: Negligencia
Ram: Empresa poco transparente
Mujer: fuerza y vida.
Seguirá esta lucha…
Soy una agradecida de la tierra, de mi familia, de las oportunidades que he tenido y no puedo ser un ser egoísta de beneficiarme a mí, sino que tener la responsabilidad colectiva de mejorar las condiciones de todos.
Todos tenemos derecho a acceder a una vida digna y esa es la labor y el sentimiento más profundo que tienen las luchadoras de la coordinadora, de mujeres que tienen tremendas vidas de sacrificio y que están entregando esto para la comunidad, para un bienestar colectivo.
El llamado es poder ser empáticos con el que está al lado, que podamos abrir nuestros pensamientos, porque individuales no servimos y no avanzamos. Calama requiere que todos sus habitantes nos volquemos a las calles a defender nuestro territorio para poder procurar su permanencia y existencia.