Con el objetivo de prevenir la sobreexplotación de las fuentes hídricas y resguardar los derechos ya constituidos, la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas declaró como zona de prohibición el Sector Hidrogeológico de Aprovechamiento Común (SHAC) Calama, ubicado en la provincia del Loa, Región de Antofagasta. La resolución fue publicada oficialmente este martes 15 de abril en el Diario Oficial y forma parte de una estrategia nacional para fortalecer la seguridad hídrica.
La declaración implica que no se podrán otorgar nuevas concesiones de derechos de aprovechamiento de aguas subterráneas, ya sean definitivas o provisionales, dentro del SHAC Calama. Según explicó el director general de Aguas del MOP, Rodrigo Sanhueza, esta decisión se basa en un análisis técnico que determinó un “riesgo grave de disminución de sus aguas subterráneas”. Sanhueza agregó que “además de limitar nuevas concesiones, es necesario avanzar hacia una gestión integrada desde la cuenca del río Loa”.
El seremi de Obras Públicas, Pedro Barrios, precisó que con esta incorporación, la Región de Antofagasta cuenta con ocho zonas de prohibición, dentro de un total de 143 a nivel nacional. “Esta herramienta es fundamental para avanzar hacia una mayor seguridad hídrica y requiere además que quienes ya cuentan con derechos actúen con responsabilidad en el uso del recurso”, sostuvo Barrios, llamando a una gestión colaborativa entre comunidades.

En el marco de la reforma al Código de Aguas, los titulares de derechos dentro de una zona de prohibición están obligados a constituir una comunidad de aguas subterráneas en un plazo máximo de un año. De no cumplirse este requisito, la DGA no podrá autorizar cambios en los puntos de captación de agua, lo que limita la flexibilidad en el uso de los recursos hídricos.
Estas comunidades, una vez constituidas, tendrán una serie de obligaciones, entre ellas, distribuir el recurso entre los usuarios, instalar sistemas de medición y control, mantener registros de producción y calidad del agua, así como implementar medidas que aseguren la sostenibilidad del acuífero. La declaración de zona de prohibición en Calama es un paso clave hacia una gestión más sustentable y responsable de los recursos hídricos en una zona históricamente afectada por el estrés hídrico.
