Cobreloa, uno de los clubes más emblemáticos del fútbol chileno, vive un momento de transición marcado por la austeridad financiera y la reestructuración deportiva de cara a la temporada 2025. La nueva directiva naranja, consciente de la diferencia económica entre la Primera División y la Primera “B”, ha decidido implementar una política austera, dejando partir a varias figuras claves de su plantel en un esfuerzo por reducir costos y adaptarse a la realidad de la división de plata.
Entre los jugadores que han dejado el club, destaca Cristian Insaurralde, goleador y figura del equipo, quien emigrará a préstamo por un año a Unión La Calera. El cuadro cementero asumirá la totalidad de su salario, estimado en 18 millones de pesos. Otro movimiento importante es del lateral Jorge Espejo, que seguirá su carrera en Audax Italiano, también en calidad de préstamo. Los itálicos entregarán una compensación económica a Cobreloa por esta transacción.
Por su parte, el delantero Javier Parraguez, cuyo contrato finalizó, continuará su carrera en Deportes Iquique, equipo con el que disputará la Copa Libertadores 2025.
Plantilla para 2025
El técnico César Bravo ha manifestado su intención de mantener a jugadores como Rodolfo González, Nicolás Palma, Luis García, Bastián Valdés y Bryan Ogaz, quienes tienen contrato vigente con el club. Sin embargo, la continuidad de estos futbolistas podría verse afectada debido a la falta de cláusulas de ajuste salarial tras el descenso.
Así, con un presupuesto de 135 millones de pesos para armar el plantel, Cobreloa explora alternativas en Primera B, Segunda y Tercera División Profesional, así como en mercados internacionales como Nicaragua. Más de 35 jugadores están siendo evaluados para reforzar el equipo.
Por ello el club enfrenta importantes compromisos económicos, como el pago de entre 15 y 20 millones de pesos mensuales al ex técnico Emiliano Astorga hasta 2026, además de las indemnizaciones pendientes al ex gerente deportivo Óscar Wirth. A esto se suman deudas tributarias e impositivas que complican aún más el panorama financiero.
En cuanto al joven Tomás Roco, se han recibido tres ofertas por él. Pese a que Cobreloa le hizo una propuesta para retenerlo, ni el jugador ni su representante han dado una respuesta, lo que mantiene en suspenso su futuro en el club.
Cobreloa afronta un periodo desafiante en su historia, pero confía en que esta reestructuración sentará las bases para un regreso exitoso a la élite del fútbol chileno. La hinchada loína, fiel como siempre, espera que este nuevo enfoque permita recuperar el protagonismo que caracteriza a los Zorros del Desierto.