Belén Cortés Saavedra
La lectura es una herramienta poderosa que beneficia tanto la mente como el espíritu, mejorando habilidades clave como la memoria, la concentración, la empatía, la capacidad de pensar y la imaginación. Al leer, se activa la memoria semántica, asociativa y ejecutiva, promoviendo la integración de la visión, la motricidad, las emociones, el habla y la memoria, lo que facilita el desarrollo de una memoria más sólida. Además, la lectura mejora la concentración, ya que requiere atención continua y reduce la distracción de otros estímulos, ayudando a mantener el enfoque por más tiempo.
Otro beneficio importante de la lectura es el desarrollo de la empatía. Al leer, se activan áreas cerebrales relacionadas con la teoría de la mente, lo que nos permite comprender que otras personas tienen opiniones, emociones y situaciones diferentes a las nuestras, fomentando una mayor comprensión hacia los demás. La lectura también promueve el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas, alentando a pensar de manera independiente y a tomar decisiones informadas.
Finalmente, la lectura alimenta la imaginación y la creatividad, enriquece la vida interior y abre un mundo de posibilidades, especialmente en los niños, quienes se benefician enormemente de este ejercicio mental. En resumen, la lectura es una actividad integral que no solo estimula el cerebro, sino que también fomenta el desarrollo personal y social.
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