El Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés) del Observatorio Europeo Austral (ESO) alcanzó un importante avance en su construcción: con la instalación completa de una de las puertas corredizas de su cúpula y gran parte de la otra ya ensamblada, el domo del telescopio ha llegado a su punto más alto. Este hito fue celebrado simultáneamente en Garching, Alemania, donde se ubica la sede central de ESO, y en el sitio de construcción en el cerro Armazones, en la Región de Antofagasta, Chile.
En Chile, la ceremonia fue celebrada con un tradicional “Tijerales”, donde se izaron las banderas de Chile y de ESO en la cima de la cúpula. El gobernador regional, Ricardo Díaz, participó en representación de Antofagasta y del país. Ambos eventos, en Europa y Sudamérica, fueron conectados por una transmisión en vivo que permitió compartir este logro conjunto, que representa un 60% de avance en la obra.
El gobernador Ricardo Díaz destacó el aporte del observatorio Paranal al conocimiento mundial y reconoció que “en el pasado, la relación con el territorio fue limitada”, pero valoró los avances recientes. Además, expresó que su objetivo es acercar la astronomía a la comunidad: “Mi sueño es que niños y niñas de esta región puedan acceder a estas instalaciones y compartir una mínima parte de todo lo que ustedes saben”.

Díaz resaltó avances para acercar la astronomía a la comunidad, como gestiones con la Universidad de Tokio para donar un telescopio, la concesión del Cerro Mackena y un convenio con la Universidad de Antofagasta para crear una carrera en esta área. Además, subrayó el acuerdo con ESO para fortalecer la colaboración científica y educativa: “Vamos a poder contar con un sitio de observación propio, un sitio de observación público, para que los niños y niñas de esta región puedan ser más grandes”.

El gobernador Ricardo Díaz hizo un llamado a la unidad y reflexión respecto al proyecto INNA, afirmando que “esto no se trata de la industria del hidrógeno verde versus la astronomía, esto es sobre la planificación que deben tener los territorios, desde la región”. Reafirmó su postura personal diciendo: “Si me ponen en el dilema de generar más riqueza o generar más conocimiento, mi opción siempre será tomar el camino de las ideas”. También invitó a los países miembros de ESO a acercarse más a la región para “defender nuestros cielos” y subrayó que lo que está en juego es “la búsqueda de la verdad y del conocimiento, algo que va mucho más allá de las ganancias económicas”.

La ceremonia reunió a quienes han contribuido al avance de este ambicioso proyecto, que sigue acercándose a su fase operativa. Una vez en funcionamiento, el ELT se convertirá en el “ojo más grande del mundo para mirar el cielo”, aprovechando la tecnología de punta y los cielos privilegiados del cerro Armazones en Antofagasta. Se espera que revolucione nuestra comprensión del universo.
