Entre marzo y junio, los polluelos de especies como la Golondrina de Mar de Collar (Hydrobates hornbyi) y la Golondrina de Mar Negra (Hydrobates markhami) inician su migración desde el desierto hacia el océano. Durante este trayecto nocturno, la iluminación artificial de zonas urbanas e industriales puede desorientarlas, provocando su caída en áreas habitadas.
Cristian Poblete Palma, director regional del SAG, explicó que “estas aves oceánicas realizan sus nidadas en el desierto y luego migran hacia el mar, por lo que es común recibir denuncias en esta época”. Entre 2023 y 2024, el SAG Antofagasta atendió y liberó cerca de 70 ejemplares juveniles, en su mayoría de la Golondrina de Mar de Collar, seguida por la Golondrina de Mar Negra.
Estas especies están protegidas por la Ley de Caza N°19.473 y clasificadas como de poblaciones reducidas o inadecuadamente conocidas. Según el Ministerio del Medio Ambiente, presentan categorías de conservación que van desde “vulnerable” hasta “en peligro de extinción”.

Si encuentras una golondrina de mar, el SAG recomienda no alimentarla, colocarla en una caja oscura con ventilación y mantenerla alejada del ruido. Además, es fundamental reportar el hallazgo lo antes posible a los correos electrónicos sec.crea@uantof.cl o contacto.antofagasta@sag.gob.cl, para coordinar su atención y liberación en un entorno adecuado. Una vez estabilizadas, las aves son liberadas en sectores costeros con baja luminosidad, favoreciendo su reintegración al entorno marino.
En caso de hallazgo dentro de una empresa, muchas de ellas cuentan con planes de contingencias y compromisos ambientales voluntarios de emergencia, por lo que deben revisar su proceder frente al avistamiento de fauna silvestre al interior del proyecto.
