En la sesión del concejo municipal de ayer lunes uno de los invitados fue el padre Felipe Berríos, con el objetivo que expusiera su experiencia respecto a los barrios transitorios. Sin embargo, en la reunión fue increpado por una dirigente vecinal, quien expresó que existía lucro en esa actividad.
El sacerdote jesuita lleva cinco años viviendo en Antofagasta y conoce desde cerca cómo funcionan este tipo de campamentos, por lo que en su intervención aseguró que ha visto a “tres generaciones de gente que ha llegado y se ha ido”, como también el cambio de opinión de quienes viven cerca.
Precisó que en estos lugares el acceso es controlado, pues las personas pueden vivir ahí son las que en un futuro próximo recibirán sus viviendas definitivas y no guardan relación con el consumo o venta de drogas. Argumentó que en los barrios transitorios se aprende a vivir en comunidad, a tener obligaciones y a “no saltarse la cola de quien está esperando su vivienda”.
Es así que durante su exposición intervino la presidenta de la junta de vecinos Nueva Oasis Norte, Jimena Jofré, quien expresó que esos barrios debieran existir luego de una catástrofe, y enfatizó respecto a “cómo el Estado puede estar financiando campamentos. Esto es un lucro, discúlpenme, pero para mí es un lucro lo que usted está haciendo”.
Así como ella, en el salón municipal existían otras pobladoras que expresaron con pancartas su oposición al barrio transitorio, el que en Calama albergará a las personas que fueron desalojadas de la extoma de Frei Bonn.
Frente a este escenario, Berríos invitó a los vecinos a conocer cómo es el barrio transitorio en el que él vive en Antofagasta, a que puedan ver la organización que existe y que no se dejen llevar por los prejuicios.