Ocho minutos. Eso se habría demorado el único imputado y principal sospechoso en la muerte de la joven Gabriela Contreras Uribe, tiempo en que le habría propinado ocho estocadas, dos de estas mortales, contestar dos mensajes de WhatsApp y dejar una carta, la que llevaba ya escrita.
Esto según el tiempo que fue grabado por la cámara de seguridad existente en la intersección de Latorre con Vargas y los peritajes realizados por las secciones especializadas de Carabineros.
Estos antecedentes fueron presentados hoy ante el Tribunal de Garantía en la audiencia de formalización de investigación.
El fiscal a cargo, Raúl Marabolí, comentó que en este caso hay dos delitos incurridos por M.CH.LL.
“Hay desacato porque existía una orden condicional vigente en el contexto de violencia intrafamiliar a favor de la víctima de prohibición de acercamiento decretado en 2018, estando plenamente vigente y notificada personalmente al imputado”, explicó.
Agregó que el pasado 23 de julio quebrantó esta orden “procediendo a arribar al domicilio de la víctima y en ocho minutos, en base al registro de cámaras, ingreso y tuvo el tiempo suficiente para propinarle ocho lesiones, dos al menos de carácter mortal”, además de “contestar dos mensajes de whatsapp a vecinas que escucharon los gritos de auxilio de la víctima”.
Maraboli también detalló que el imputado dejó una carta, escrita el día anterior al homicidio, por lo que se demostraría una “intencionalidad” en su actuar.
En tanto, el fiscal comentó que si bien accedió a entregar muestra de ADN no ha prestado ningún tipo de declaración u otro tipo colaboración.
Respecto a la condena podría llegar a tener una pena que va de presidido mayor en su grado máximo hasta presidio perpetuo calificado, pero esto es algo que luego del respectivo juicio deberán determinar los tribunales competentes.