El Primer Tribunal Ambiental admitió a trámite la reclamación presentada por la minera Mantos Blancos en contra de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) por el rechazo de su Programa de Cumplimiento (PdC), el cual buscaba subsanar incumplimientos ambientales relacionados con el manejo de relaves. Según la empresa, la negativa de la SMA impide ajustar sus operaciones a los nuevos parámetros propuestos para mitigar los efectos negativos identificados en los cargos formulados.
La SMA argumentó que dos de los cinco cargos presentados no cumplían con los requisitos de integridad y eficacia, al considerar que las acciones propuestas no lograban caracterizar ni mitigar adecuadamente los efectos de las irregularidades en la gestión de relaves. La minera, en su defensa, asegura que las deficiencias mencionadas deberían haber sido resueltas mediante una nueva presentación y que el PdC tiene un beneficio ambiental mayor que cualquier sanción aplicada.
En su reclamación, Mantos Blancos subrayó que la SMA exige un nivel de fundamentación excesivamente alto, lo que, según la empresa, dificulta el proceso de regularización. La minera también afirmó que las filtraciones hacia la napa subterránea se han detenido, presentando pruebas técnicas que respaldan esta afirmación, y destacó que la mayoría de las acciones para solucionar los problemas con los relaves finos, como la implementación de un nuevo espesador, ya han sido ejecutadas.
El rechazo del PdC mantiene abierto el proceso sancionatorio por parte de la SMA, en el cual Mantos Blancos podría enfrentar una multa de hasta 14 mil millones de pesos. La empresa, sin embargo, argumenta que el programa presentado tiene un costo superior, ascendiendo a 29 mil millones de pesos, lo que demuestra su compromiso por resolver los incumplimientos de manera más efectiva que mediante sanciones.
El proyecto de Mantos Blancos, ubicado a 45 kilómetros de Antofagasta, incluye la explotación de un yacimiento minero de cobre y la gestión de dos cubetas de relaves finos, además de un nuevo depósito de relaves, pozos de monitoreo y piscinas de emergencia. Las irregularidades denunciadas surgieron a partir de reportes de deformaciones en la Ruta 5, presuntamente provocadas por la filtración de líquidos provenientes del área minera.
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