La solidaridad calameña en rostro de mujer

Escucha el fotoreportaje

De mirada cálida y manos trabajadoras, la dirigente de la junta de Vecinos Los Balcones se levanta temprano todos los días, pero los martes, jueves y sábado tiene una especial misión desde mayo del año pasado cuando empezó la pandemia del Covid-19.

Fue en esa fecha que comenzó la Olla Común de la junta de vecinos Los Balcones, la que en conjunto con el partido Comunista y el colectivo La Bicicleta comenzaron este proyecto para dar respuesta a una necesidad. La llegada del Covid-19 no sólo trajo el confinamiento, sino también despidos y falta de trabajo, como consecuencia las familias comenzaron a sufrir por la falta de recursos.

Con donaciones de diversas entidades comenzaron a darle forma a esta Olla Común, que actualmente entrega 107 raciones en las poblaciones Inti Rai, Sol y Cobre, Los Balcones, René Schneider, Independencia e Independencia Norte.

La razón por la que aún se mantiene esta olla es porque “la gente que se beneficia de esta olla común en este rato no pueden cubrir las necesidades, lo niños no han vuelto a la escuela y ellos podían almorzar de lunes a viernes y esa comida estaba asegurada. Y los abuelos aunque pase la pandemia, hubo abuelos que se visibilizaron con el tiempo y tienen una pensión que nos les alcanza para sus remedios menos para comer. Ellos no se tienen como afirmarse solos”, precisó la dirigente.

Son cerca de ocho personas las que colaboran en esta labor, algunos de ellos beneficiarios de esta olla y otros que se han sumado como forma de retribuir a la vida y despejarse de una que otra pena. Ellos abrieron su corazón y pusieron su trabajo a disposición para servir a otros.

“Detrás de cada una de las familias que está hoy en la olla, hay una historia de dolor que tú te levantas a la olla común molido, pero sabes que ellos te están esperando que no puedes parar en este rato, porque ellos todavía no han logrado afirmarse solos y porque alguien cuando el sistema no te está apañando alguien te tiene que dar una mano”.

En el caso de Gioconda, ella lo hace para retribuirle a la vida lo que le ha dado. “Yo le debo a la vida, cuando yo hablo de gente en situación de calle yo sé lo que es vivir en la calle, cuando yo hablo de los jóvenes que necesitan oportunidades, yo fui una joven drogadicta, cuando no tienes la necesidad de ponerte en los zapatos del otro porque ya estuviste ahí, te das cuenta que solamente hace falta una mano que te ayude a levantarte cuando tú estás metido en un pozo terrible solamente te hace falta que alguien te escuche, te de un abrazo y que alguien te tome la mano y te diga vamos si de esta se puede salir, cuenta conmigo”.

Este proyecto busca crecer y aportar a cada una de las familias que son beneficiadas. “No me gustaría que parara, me gustaría lograr hacer un comedor abierto, porque la gente va a seguir después de la pandemia con necesidades y si no fuera así, que se pueda gestionar, nosotros lo hicimos a través de Fosis ahora que el 80% de los beneficiarios de la olla común hoy tiene un emprendimiento que está recién comenzando. La idea es que ellos cuando se tenga que cerrar la olla común tengan un apoyo económico para poder sostener sus casas”.

Este es un fotoreportaje del proyecto El Valor de Calama que es financiado por al Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social 2021 del Ministerio Secretaría General de Gobierno y Consejo Regional de Antofagasta, el cual busca relevar la labor de diez personas, entidades o agrupaciones que han destacada en distintos ámbitos por su quehacer y aporte a la comuna.