Fortalecer el trabajo en red, desarrollar una nueva estrategia de tratamiento para las y los beneficiarios con enfermedades crónicas no transmisibles, con atención multidisciplinaria e integrada y desarrollar habilidades y competencias en el equipo del Hospital del Cobre (HDC), son algunos de los objetivos del nuevo Modelo de Salud Integral que el servicio médico está implementando con el apoyo de profesionales de la salud de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).
Este programa, que se centra en una reorientación de la atención para los pacientes con enfermedades crónicas “permite abordar la salud desde una perspectiva multidisciplinaria, para que puedan tener su enfermedad compensada, tener una mejor calidad de vida y un menor riesgo de complicaciones derivadas de su condición, esto último de mayor relevancia en tiempos de Covid”, comentó el doctor Aldo Zárate, director del Hospital del Cobre.
Por su parte, la doctora Paulina Rojas, médico familiar del Departamento de Medicina Familiar de la PUC, fue una de las profesionales que acompañó al equipo interdisciplinario para la implementación de este modelo.
“Ha sido interesante observar cómo este equipo logró adaptar a su propia realidad una estrategia que busca propiciar la atención primaria chilena hacia las y los pacientes con enfermedades crónicas. Esto es un camino largo, pero está partiendo muy bien, porque cuenta con un equipo motivado, que se ha capacitado y ha puesto mucha energía”, comentó la médico.
Participantes
Entre las y los profesionales del HDC que participaron en este programa estuvo Karin Bravo, nutricionista del Centro Atención Primaria (CAP), quien además como líder tuvo el rol de guiar y organizar a sus colegas.
“Fue una experiencia muy gratificante, importante en cuanto a obtener nuevos conocimientos, ver la medicina, la nutrición y la enfermería desde un ámbito biopsicosocial, dándole vital importancia al vínculo que podemos generar las y los profesionales clínicos con nuestros pacientes. Eso es lo más enriquecedor de todo este proceso de aprendizaje y ya hemos visto resultados en cuanto a la satisfacción de las y los usuarios”, dijo.
En la misma línea, el doctor Alonso Díaz, médico del CAP, enfatizó que “este cambio ha sido un trabajo largo, continuo, de mucho esfuerzo, pero gracias a todo esto estamos implementado un nuevo modelo de atención. Con la pandemia esto se alargó un poco, pero supimos sobreponernos”.
Desafíos
Tras esta implementación queda un largo camino. A la hora de sacar conclusiones, los cambios se notan en la forma de atención de las y los médicos, su integración con otras áreas del hospital y en la colaboración entre distintos estamentos.
“Antes cualquier persona que tenía una patología crónica se trataba de igual a una que tuviese tres, y en la práctica los recursos y el tiempo dedicado a cada una de esas personas son muy distintas. Hoy hicimos una estratificación de riesgo, es decir, tomamos a todas y todos los pacientes y se categorizan según criterio universalmente aceptado y con el apoyo de la Universidad Católica, los pacientes de mayor riesgo reciben un tratamiento especial y se espera también un resultado a corto plazo”, explicó el gerente del Hospital del Cobre, Juan Pablo Duclós.
El ejecutivo destacó además el compromiso de las y los profesionales que participaron en este programa, en paralelo con el desarrollo de sus labores, más aún en tiempos de Covid.
“Es doblemente meritorio el equipo que participó en la implementación de este modelo de salud integral, ya que fue flexible por las condiciones de la pandemia. Ayudó en todas las áreas donde se necesitaba que estuvieran, pero en paralelo siguieron desarrollando este modelo y sobre todo hoy que nos toca convivir con el covid. Envío mi gran agradecimiento, porque ha sido muy exitoso en su primera etapa de implementación”, concluyó.
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