Un grave incidente se produjo este miércoles en el Liceo Radomiro Tomic de Calama, cuando se detectó la presencia de un arma de fuego real en poder de un alumno. El procedimiento se activó después de que otros estudiantes alertaran a la inspectoría del establecimiento sobre el comportamiento sospechoso de un compañero durante el recreo.
Según el Comisario de Carabineros de Calama, teniente coronel Juan Fernando Pérez, “el procedimiento comenzó alrededor de las 11 de la mañana, cuando el inspector del establecimiento solicitó la presencia de Carabineros, tras ser informado de que un alumno llevaba un arma de fuego”. Después de realizar una revisión voluntaria de mochilas y con el uso de un detector de metales, el alumno de 16 años fue ubicado y se le solicitó entregar la pistola que llevaba oculta entre su vestimenta. La pistola marca Taurus, de 9mm, estaba cargada con 10 cartuchos y mantenía un encargo vigente por extravío desde principios de año en Calama.
El procedimiento se realizó de manera rápida y efectiva gracias al accionar de los docentes y personal del liceo, quienes inmediatamente activaron el protocolo de seguridad del establecimiento. Paola Andrea Pérez Tapia, directora del Liceo Radomiro Tomic, comentó: “Fuimos alertados por estudiantes del establecimiento y se activó inmediatamente el protocolo de seguridad establecido en nuestro reglamento interno de convivencia. Se procedió a revisar las mochilas de manera voluntaria, y encontramos el arma. Posteriormente, llamamos a Carabineros y aseguramos la seguridad de la comunidad educativa”.
Es importante señalar que, conforme a la normativa vigente, los docentes tienen la obligación de denunciar cualquier situación que implique un delito, como es el caso del porte de armas en el establecimiento educativo. En este caso, la detección del arma fue resultado de una rápida acción de los educadores, quienes actuaron de acuerdo a los protocolos establecidos por el Ministerio de Educación. “Los docentes, al tener conocimiento de un hecho delictivo, no solo deben alertar a las autoridades correspondientes, sino también aplicar las medidas necesarias para proteger a la comunidad escolar”, afirmó el Comisario Pérez. En este contexto, el protocolo de Aula Segura fue activado, suspendiendo al alumno y dando inicio a un proceso de revisión de su matrícula.
El Servicio Local de Educación Pública Licancabur (SLEP) también emitió un comunicado en el que destacó que, gracias a la alerta temprana y a la acción oportuna, se garantizó la seguridad de la comunidad educativa. “El procedimiento permitió la incautación de un arma, la cual mantenía encargo vigente por pérdida desde principios de año”, explicaron desde la entidad.
Fuentes del portal informaron que, tras su formalización, el alumno quedó con la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno. Además, se detalló que el menor tenía antecedentes previos, incluyendo detenciones relacionadas con delitos menores como el hurto, aunque no con actos de violencia o el uso de armas de fuego. Los padres del alumno fueron informados de la situación y se les comunicó el proceso legal que seguía al respecto. La directora Paola Pérez confirmó que, además de la suspensión inmediata, se analizarán medidas disciplinarias adicionales, como la posible cancelación de la matrícula, conforme lo establece la Ley 21.128 sobre seguridad escolar.
