El pasado 2 de febrero, en la delegación presidencial El Loa, la ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza,y la subdirectora médica del Servicio Médico Legal (SML), se reunieron con agrupaciones de familiares de ejecutados y detenidos desaparecidos durante la dictadura. La instancia, fue originada para comunicar el hallazgo de 89 cajas con osamentas de presuntos asesinados en dicho período.
Estas cajas, fueron halladas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. En ese lugar, estaban desde el 2001. La situación resulta anómala, entendiendo que la última entrega de osamentas de este tipo ocurrió en 2017. Por esta razón, es que la reunión tuvo como motivo principal pedir perdón a los familiares por esta negligencia. Así mismo, se informó sobre el inicio de acciones para identificar la identidad de estos restos.
Paola Plaza, ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, indicó que, para ella, aquí hubo una cadena de equivocaciones. “Apenas yo me enteré de la existencia tomé de inmediato todas las medidas que correspondía con el ministerio de Justicia y con las personas que están a cargo de los DDHH en el Servicio Médico Legal”. Asimismo, la abogada afirmó que hace muy poco dio con el mencionado hallazgo, precisando que esto ocurrió “a fines del año pasado”.
Dentro de las 89 cajas, se encontró una rotulada bajo el nombre de Calama. “Al momento de abrir la caja (la de Calama) se encontraron 5 muestras óseas. El 25 de enero del presente año, se enviaron a un laboratorio especializado de identificación genética en Austria”, señaló la subdirectora médica del SML, Marisol Prado. Se espera que los resultados de estas pericias, estén entre 3 a 6 meses más.
Volver al luto
Respecto a este hallazgo, Ana Yueng, hija de Jorge Yueng Rojas, ejecutado el 19 de octubre de 1973 en Calama por la caravana de la muerte, aseguró que esto es un hecho vergonzoso, inaceptable y repudiable. “Esto deja de manifiesto el poco interés del Estado chileno por tratar los crímenes en contra de los derechos humanos, con la prolijidad y sensibilidad que se debe”.
“Volver a vivir los hechos que ya habíamos vivido con anterioridad, pensando en que nosotros habíamos cerrado un luto y una etapa de este doloroso episodio llamado caravana Calama. Es lamentable que gente que estaba capacitada para el trabajo de forma responsable, hayan cometido estos hechos”. Agregó Yueng.
Sobre la entrega de restos el año 2017, Ana Yueng aseguró que con ella cerraron un ciclo. “La idea, era tener la posibilidad de que en años posteriores llegara una tecnología más avanzada (para identificar restos). Nos hemos dado cuenta de que han estado jugando con nuestro dolor. Eso, a esta altura de la vida, ya es inaceptable”.
Finalmente, Ana Yueng hizo una reflexión en torno a la partida física de este mundo de familiares de ejecutados y detenidos desaparecidos, que no encontraron nunca a su ser querido. “Se fueron con el dolor de no saber dónde estaban sus familiares. Eso es lo que nosotros no podemos aceptar. El Estado debe hacerse responsable y dar de una vez por todas la cara. Él fue el que avaló todos los hechos ocurridos en la dictadura militar. Él es el que debe reparar, y no solo reparar: queremos verdad y justicia. No vamos a esperar 50 años más para que esto se haga efectivo”.