Como forma de hacer memoria, y de recordar a los asesinados por la dictadura en Calama, hoy en la plaza 23 de marzo se realizó un acto, y se está llevando a cabo una exposición, a 50 años del golpe de estado que derrocó al Presidente Salvador Allende.
El acto y exposición, es organizado por familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de Calama, y se extenderá durante toda la jornada. La exposición, narra la vida de quienes fueron ejecutados por la Caravana de la Muerte en la ciudad, además de quienes fueron fusilados a lo largo de la dictadura. En el acto realizado, por otra parte, se reprodujo el último discurso de Allende.
Sobre la instancia, el senador por la región de Antofagasta, Esteban Velásquez, dio énfasis a que la memoria y el recuerdo, no son sinónimo de cultivar odiosidades. “Por el contrario, sirven para promover un futuro también para generaciones que tienen que tener una convivencia más sana”.
Respecto a la actitud de algunos grupos políticos en este 11 de septiembre, el senador fue claro. “Un golpe de estado no tiene justificación alguna, y del color político que sea. Las dictaduras atropellan, causan dolor, causan muerte. Yo lamento que sectores conservadores de una derecha muy dura, más bien una derecha pinochetista, ha levantado la bandera de desconocerlo todo. Eso pone en peligro la convivencia social que hemos tenido”.
Liliana Ugarte, directora del Sindicato 2 de Chuquicamata, expresó la importancia de esta actividad. “La única forma de concientizar a la ciudadanía en general, de que en este país hubo una matanza, es con estas actividades, congregándonos cada vez que sea necesario. Haciéndole una tenaz resistencia al negacionismo, al avance de la extrema derecha en este país, que pone en riesgo la democracia. Generando espacios donde podamos dialogar, donde nos podamos encontrar y en donde puedan conocer la realidad de estas víctimas, de los familiares de estas víctimas, de cómo han vivido todos estos años, de un peregrinar buscando justicia, buscando la verdad, queriendo saber por último donde está su gente. Acá nunca ha habido un afán de venganza, pero menos que justicia, eso no lo vamos a permitir”.
Señalar que, según datos de familiares de ejecutados políticos, en Calama el promedio de edad de los ejecutados, era de 32 años. José Saavedra es la víctima más joven, con 17 años. Alejandro Rodriguez, alcalde de Calama en 1973, fue la víctima de mayor edad, con 47 años.
Ayuda a llegar a más gente!
