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Han sido 48 años de lucha y esfuerzo, pero ella no los ha sentido siendo la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados y Detenidos Desaparecidos Políticos de Calama (AFEDDEP). En septiembre de 1973 se olvidó de cumpleaños, navidades, años nuevos y el tiempo comenzó a transcurrir rápidamente hasta hoy que hace un alto en su vida para abrir su corazón y revivir momentos de aquel tiempo oscuro de la historia de Chile.
En Calama, la Caravana de la Muerte se llevó 26 vidas, entre ellas la de Mario, esposo de Violeta. Ella recuerda que ese día “fui a la cárcel porque Mario había quedado condenado a relegación por tres años en el paralelo 36. Le llevé ropa gruesa, plata, de todo, porque yo iba ir siguiendo el bus donde se lo llevaban y fui con la chiva de que me firmaran unos papeles y me dejaron entrar y empezamos a conversar con Mario me dijo que estuviera tranquila, que él iba estar bien”.
En ese andar se enteró de que estaban sacando personas de la prisión para un Consejo de Guerra y comenzó su travesía para buscar información. Fue a la cárcel, a la Fiscalía, al Regimiento y nada, pero al día siguiente “fui a la Comisaría y estaba el teniente Vladimiro y le pregunto, sabe qué pasó con Mario y me dice los mataron a todos y yo me reí, creí que me estaba haciendo una broma y me repitió los mataron a todos, en ningún momento levantó la cabeza, ni me miró. Salí de ahí y me fui a la cárcel, estaba el papá de la Vicky y dijo, no vayan a salir estos hueones con que los mataron. Me devolví al juzgado, porque estaba a unos pasos no más y pregunto por Jonhy y me dicen que no está. Estuve un rato ahí, me fui a la casa de los Rodríguez y cuando llego había llantos, gritos, que se yo y me dicen los mataron a todos”.
Ese día cambió la vida de Violeta Berrios para siempre, ya que comenzó la búsqueda incansable de saber dónde estaba Mario y el peregrinar por el desierto. “Es ir a peinar la pampa, esta es la pampa empiezas aquí, todo el día lo recorres hasta acá, después al otro día sigues de ahí para allá. La búsqueda fue intensa, fue tanto tiempo en la pampa que si tú me preguntas cuántos años fueron, cinco, diez, quince, no sé”.
Ella siempre espero “encontrarlo entero. Si se lo llevaron entero tenía que estar entero, pero no encontrar una costilla, una falange, un tendón y una vértebra”. Sin embargo y tras encontrar los restos de Mario, Violeta aún no cierra el círculo. “Faltan dos, falta Miranda Luna y Pineda Ibacache. Yo creo que ahí me quedaría conforme. Para mí no los tiraron al mar, para mi están aquí en alguna parte, pero están, si yo tuviera plata y un buen auto no me queda lugar que no recorra la pampa”.
No obstante, encontrar estos restos no es lo único que le falta a Violeta, ya que a pesar que han transcurrido tantos años aún los culpables no están en la cárcel. “Hay como once condenados, pero hasta el momento todavía no están en la cárcel, porque falta que lleguen a la Corte Suprema, todavía no cerramos el proceso. Son 38 años, que justicia vamos a tener, estos desgraciados están arriba de los 80 años irán estar un par de meses en la cárcel, si es que la Suprema cierra el proceso este año como se supone”.
Anhelo y desafíos
Su anhelo es que cuando ella ya no esté en este mundo, la AFEDDEP no desaparezca “esto no se puede dejar, no se puede olvidar, si se olvida va a volver a pasar, a cuántas mujeres les va a pasar lo mismo otra vez, yo no quiero que hayan más mujeres como nosotras” y lo que aún está pendiente “sé que cumplí gran etapa de lo que quería, hay 24 reconocidos, faltan dos, me encantaría que aparecieran los dos que faltan, esa sería mi meta y que estos desgraciados se vayan a la cárcel”.
Este fotoreportaje es un mas de El Valor de Calama que es un proyecto financiado por al Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social 2021 del Ministerio Secretaría General de Gobierno y Consejo Regional de Antofagasta, el cual busca relevar la labor de diez personas, entidades o agrupaciones que han destacada en distintos ámbitos por su quehacer y aporte a la comuna.