El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este domingo su renuncia tras casi 14 años en el poder y en medio de la profunda crisis desatada por las denuncias de fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre.
“Ha habido un golpe cívico, político y policial”, denunció el presidente.
En una declaración televisada y junto a su vicepresidente, Álvaro García Linera, Morales anunció su renuncia: “Mi pecado es ser indígena”, dijo.
García Linera anunció que él también renunciaba al cargo. “El golpe de Estado se ha consumado”, dijo el vicepresidente.
“Vamos a cumplir la sentencia de Tupac Katari, volveremos y seremos millones”, advirtió.
Junto a ambos apareció Gabriela Montaño, ministra de Salud y expresidenta del Senado.
El anuncio de la renuncia llegó horas después de que el comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Williams Kaliman, sugiriera al mandatario que diera un paso al lado para desbloquear la crisis política.
Los militares veían insuficiente la convocatoria a nuevas elecciones que había hecho el gobierno en horas de la mañana tras las “irregularidades” detectadas por una auditoría de las elecciones hecha por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Días antes, numerosas unidades policiales habían declarado un “motín” en protesta contra el gobierno.
El expresidente Carlos Mesa, segundo en las elecciones del 20 de octubre, celebró el anuncio hablando de “fin de la tiranía”.