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Desde hace cuatro años, que Paulina Antonieta Carrasco Vitalich, está en el municipio dirigiendo la Oficina de Tenencia Responsable de Mascotas. Médico veterinario de profesión y amante de los animales desde pequeña, reconoce que la llamaban “capitán planeta” y que nunca fue la chica popular.
Nació en Chuquicamata, corrió por El Bosque, los 600, el Abra y Auka Huasi, estudió en Santiago en dónde nunca se “halló” hasta que “empecé a participar con los grupos de protección animal, hacíamos marchas, participamos en contra del rodeo, éramos inspectores del Servicio Agrícola y Ganadero, íbamos a buscar cazadores, se trabajó con un grupo que pensaba igual que yo, entonces me sentí más consolidada y trabajamos con agrupaciones que llevaban años en tenencia responsable”.
Sin embargo, su deseo de protección hacia los animales nació desde mucho antes. Paulina recuerda que “cuando era niña me invitaron a una exposición de un lobo marino en Antofagasta y ahí si bien me alegró, porque fui escogida entre los participantes que podían acercarse al lobo, pero me di cuenta lo fuerte que era ver a un lobo encerrado en una piscina y el lobo tenía que hacer espectáculos para que el resto se riera, eso como que me dejó mal”.
Quizás, ese fue uno de los primeros acercamientos que definirían su futuro como médico veterinario y en ese rol, esta esposa y madre de dos hijos, ha vivido situaciones extremas en cuanto al maltrato animal.
“El caso más reciente es un perrito que tenía un tumor. Nos llamaron los inspectores de la Municipalidad, porque iban a ir a retirar un perrito que estaba muerto en la calle y cuando se acercaron se dieron cuenta que todavía respiraba, no se movía y apenas parpadeaba (…) Nos acercamos y resulta que tenía un tumor enorme que se había roto, estaba lleno de larvas de moscas y cuando preguntamos a los vecinos nos dicen que es de la casa del al lado. Llega la mamá y nos dice que no tiene tiempo porque trabajan, no tenían tiempo para llevarla al veterinario. La insensibilidad frente a una perrita que ellos mismos decidieron llevársela, verla y no importantes cómo estaba agonizando, total era solamente un perro para ellos y eso me da pena”.
Casos que no son aislados y que le ha tocado ver más de cerca desde que se hiciera cargo, hace aproximadamente cuatro años, de la Oficina de Tenencia Responsable del Municipio. Ahí ha desarrollado una importante labor, impulsando operativos de esterilización canina y felina, sin embargo uno de los trabajos más importante de esta área es la educación.
“Somos los que tienen que educar una sociedad entera para cambiar un concepto normal, quizás de maltrato o de tenencia responsable, a una forma adecuada que va acompañe los cambios sociales de nuestra sociedad, que es ser responsable con los animales que uno decidió tener, que es evitar las enfermedades zoonóticas que te puede transmitir los animales, que es enseñar a prevenir mordeduras y no es solamente la oficina de los perritos”.
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Al hacer un análisis de la situación actual en esta materia, Paulina enfatiza que se ha avanzado en la ciudad con las esterilizaciones, sin embargo queda mucho por hacer.
“Es preocupante ver gente que sigue reproduciendo a sus perros para venderlos, pese a que está prohibido, solamente criadores y vendedores autorizados pueden reproducir y además deben entregar los animales esterilizados, pero eso no se cumple y por moda quizás y no solamente aquí en Calama, hay reproducción de animales que son rentables, pero resulta que cuando a ese animal rentable tienes que hacerle una cesárea, no aparece la plata para la intervención, ni para los controles médicos preventivos, ni las vacunas, pero aquí en Calama curiosamente no hay plata para vacuna, pero si para peluquería, entonces el perro se muere con una peluquería preciosa pero con un distemper horrible”.
Ante este escenario, las esterilizaciones y la educación son herramientas poderosas para disminuir el número de perros de abandonados en las calles de la ciudad.
“Tenemos la idea romántica de que cuando logremos controlar la población, bajar la cantidad de animales “disponibles” para ser maltratados, abandonados, golpeados, violados, al ser menos la cantidad de animales, la gente los va a buscar, los va a cuidar y los va a respetar más. Es como cuando un recurso es escaso lo valoran. Tenemos la idea que eso es lo que tenemos que lograr, por eso nos enfocamos con las esterilizaciones, las charlas, tratamos de que la gente entienda que ese es el camino”, concluyó la veterinaria.
Este fotoreportaje es un mas de El Valor de Calama que es un proyecto financiado por al Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social 2021 del Ministerio Secretaría General de Gobierno y Consejo Regional de Antofagasta, el cual busca relevar la labor de diez personas, entidades o agrupaciones que han destacada en distintos ámbitos por su quehacer y aporte a la comuna.
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