Calama, conocida por su altitud de 2,260 metros sobre el nivel del mar, se ha convertido en el lugar ideal para el entrenamiento de atletas de élite de Chile. Tres destacados deportistas, bajo la dirección del entrenador Cristian Ibarra Bustos, han elegido esta ciudad para aprovechar sus condiciones únicas y mejorar su rendimiento.
“Nosotros llegamos a Calama por un contacto del IND regional metropolitano con la seremi de Deportes de Antofagasta y el director regional del IND de Antofagasta. Aquí hemos encontrado las condiciones ideales para entrenar,” comenta Ibarra, quien dirige a estos jóvenes atletas en las pruebas de medio fondo y fondo.
Durante 24 días de entrenamiento, el equipo ha seguido una rutina intensa con sesiones en la mañana y tarde, alternando entre la cancha roja y el polideportivo de la ciudad. Este enfoque específico ha permitido un progreso notable en la preparación de los atletas.
Lucas Jara Gaggero, el más joven del grupo con 19 años, es el campeón nacional en 800 y 1500 metros planos. “Es mi primera vez entrenando en altura. Los primeros días fueron duros, pero me fui adaptando. Estoy seguro de que este entrenamiento mejorará mi rendimiento en competencias futuras,” afirma Jara, quien se prepara para el Sudamericano U20 en Lima y el Mundial. Jara también ha compartido su gran ambición: “Quiero ganar los Juegos Olímpicos y ser el mejor de la historia del país. Tengo hasta los 30 para lograrlo, y mientras tanto, dedicaré todo mi tiempo y esfuerzo a mi pasión por el atletismo”.
Ángel Romero Rojas, un fondista que corre los 5000 metros en 14 minutos y 30 segundos, también se ha beneficiado enormemente del entrenamiento en Calama. “Nunca había entrenado en altura antes. Ha sido un desafío, pero el progreso es evidente. Espero confirmar mi clasificación al Sudamericano U23,” dice Romero. Romero también hace un llamado a los jóvenes a acercarse al deporte, sea cual sea, para conocerlo, jugarlo, y enamorarse de él. Insiste en la importancia de tener referentes y de familiarizarse con el deporte para mantenerse alejados de entornos negativos y explorar más sobre sus pasiones.
Matías Silva Lastra, con mayor experiencia en entrenamientos en altura, destaca la importancia del trabajo en equipo. “Esta concentración ha sido muy positiva. Hemos entrenado de manera inteligente y cuidando cada detalle, desde las cargas de trabajo hasta la alimentación y el descanso. Creo firmemente en el espíritu de ‘Harambee’ de los atletas kenianos, donde el éxito de uno es un triunfo para todo el equipo. Celebrar los logros de mis compañeros es también un logro personal para mí. En los Panamericanos, nuestro trabajo en equipo nos llevó a una medalla de plata y un cuarto lugar (en la maratón), marcando un hito histórico con nuestras mejores marcas personales. Si pudiéramos eliminar la envidia y trabajar más en equipo, el atletismo chileno crecería mucho más”
Ibarra resalta los beneficios fisiológicos del entrenamiento en altura. “La menor presión parcial de oxígeno estimula la producción de glóbulos rojos, lo que mejora la captación de oxígeno y la oxidación de grasas cuando regresamos a nivel del mar. Esto se traduce en un rendimiento superior en competencias,” detalla el entrenador.
Además de entrenar en la “Cancha Roja” y en el centro Polideportivo de la población Alemania, los atletas realizaron circuitos por diferentes zonas de la ciudad. Estas variadas ubicaciones ofrecieron un entorno diverso y desafiante, complementando su régimen de entrenamiento de manera efectiva.
Construcción Centro de Entrenamiento en Altura Cancha Roja
La posibilidad de construir un centro de alto rendimiento en Calama es vista con optimismo por Ibarra. “Hemos escuchado del proyecto y sería espectacular. Calama reúne las condiciones necesarias para que los atletas de todo Chile se preparen de manera óptima. Un centro así sería un gran avance para el deporte nacional,” comenta entusiastamente.
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Para estos atletas, los 24 días en Calama no solo han sido un periodo de intenso entrenamiento, sino también de adaptación y crecimiento. “Hemos hecho un trabajo ordenado y progresivo, y los resultados se verán en las próximas competencias,” concluye Ibarra.
El compromiso y la determinación de estos jóvenes atletas, junto con el apoyo de un entorno propicio como el de Calama, son el reflejo de una nueva era en el atletismo chileno, donde la altura y el trabajo en equipo juegan un papel crucial en la búsqueda del éxito.
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