Según datos entregados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el año 2022 se registró casi un centenar de pasajeros “perturbadores”. En lo concreto, fueron 99 personas las que causaron malestares en los distintos aeropuertos del país.
El año pasado se registró un alza de 15% en pasajeros de este tipo, en comparación a lo registrado en 2021. En cifras, de 86 pasajeros, se pasó a 99 “perturbadores”.
En cuanto a los aeropuertos en donde se registraron más sucesos de este tipo, se visualiza a Santiago, con 50 casos, Antofagasta, con 10, y Puerto Montt, con 9 pasajeros. Calama, durante el 2022, registró a 6 pasajeros causantes de disturbios, entre los que se cuentan desórdenes, agresiones, amenazas, consumo de alcohol, entre otros.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), define a los pasajeros perturbadores, como aquellos que “no respetan las reglas de conducta a bordo de las aeronaves o no siguen las instrucciones de los miembros de la tripulación y, por consiguiente, crean una amenaza para la seguridad del vuelo o comprometen el orden y la disciplina a bordo de las aeronaves”.
Sobre las sanciones a las que se exponen los pasajeros perturbadores, estas tienen que ver con el lugar en donde se constataron los hechos. Como ejemplo, el comandante del vuelo puede impedir el embarque o desembarque de un pasajero perturbador del orden, entregándolo a la seguridad aeroportuaria. Si el hecho se produce en pleno vuelo, la legislación faculta al comandante para imponer todas las medidas coercitivas y preventivas necesarias para mantener la seguridad en el vuelo. Se puede llegar incluso al hecho de que sea necesaria una escala previa para desembarcar al pasajero y entregarlo a las autoridades.