Los túneles sanitizadores se convirtieron en una medida popular a la hora de combatir el COVID-19. En Calama se instalaron en el hospital, el paseo Ramírez y algunas mineras locales también lo adoptaron, sin embargo, desde el ministerio de Salud se rechazó la aplicación de desinfectantes en las personas.
A través de un oficio -firmado por la subsecretaria de salud Pública, Paula Daza- enviado a las seremis de Salud de todo el país, se recalcó que estos productos “están diseñados para ser aplicados en superficies y no sobre personas. A pesar de la baja toxicidad de algunos productos desinfectantes, si tienen características irritantes, algunos pueden desencadenar una reacción inmunológica en individuos sensibilizados”.
Asimismo, se profundizó en que no existe la “desinfección de personas” y se enfatizó que no está regulado en la normativa sanitaria y “bajo ningún punto de vista” que se pueden aplicar desinfectantes para otros usos que no sean de superficies, por lo que instruyó a no aprobar su utilización cualquiera sea su forma de aplicación.
Además, el Minsal argumentó que este tipo de acciones generan una falsa seguridad en las personas, siendo que las principales medidas de prevención son el constante lavado de manos y el distanciamiento social, principalmente.
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