Estudio sobre las huellas de metales tóxicos en sector Alto El Loa arrojó una contaminación creciente y constante relacionada a la industria minera, cuyo alcance llega a los 70 kilómetros a la redonda.
Según lo detalla el reportaje publicado en diario La Tercera, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Heidelberg y de la Universidad de Chile, publicado recientemente en la revista científica Science of The Total Environment, arrojó la presencia de metales potencialmente tóxicos en el análisis de los anillos de la especie Ciprés de Monterrey, plantada en la década de 1970 en sector Alto el Loa.
El estudio reveló que existe un aumento sostenido que se incrementó en la época del “boom minero” es decir desde 1990 a la fecha. Además, alerta sobre la presencia de altas concentraciones de arsénico, antimonio, cadmio, cobre, molibdeno, plata, plomo y azufre, encontrado en las viviendas de la zona.
Carlos Manzano, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y coautor del estudio indicó que “tenemos evidencia de que el impacto es mayor a lo que se sospechaba, incluso a 70 kilómetros de distancia probablemente por acción de los vientos”.
Cabe señalar que el estudio tuvo como referentes de producción minera las faenas de Radomiro Tomic, Ministro Hales, Chuquicamata y El Abra, así como también el depósito de relaves Talabre, cuya área alcanzan los 66 kilómetros cuadrados.
El estudio de los anillos de los árboles, muestra cómo la huella de contaminación tanto de las faenas a rajo abierto como del relave de Talabre, llega a comunidades que están desde 5 a 7. Kilómetros de distancia.