Establecimientos Perú, Ecuador y de algunas ciudades de Chile buscan replicar prohibición de usar celular que hizo el Jar

30/12/2019
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La medida que aplicó el liceo Jorge Alessandri Rodríguez (Jar) este año, de prohibir el uso de celulares a sus estudiantes, traspasó los límites regionales e inclusos nacionales, pues desde Copiapó, Coquimbo, Puerto Varas, Perú y Ecuador se han contactado con el director del recinto para conocer la experiencia.

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Una iniciativa que se decretó en abril de este año y se replicará en 2020, debido a que hubo un hecho de ciberacoso en el que se vieron involucradas dos alumnas, quienes terminaron a los golpes dentro del liceo, por lo que el caso se presentó ante el Tribunal de Familia, organismo que decretó que estaba prohibido el uso de celulares por parte de los estudiantes.

Hasta junio de este año 38 estudiantes quebrantaron la medida, por lo que fueron citados al tribunal y no hay registro de más casos porque luego vino el paro docente y posteriormente el cierre anticipado del año escolar por el estallido social.

El responsable de asumir esta medida y llevarla ante la justicia fue el director del Jar, Juan Barraza, quien al ser consultado por un medio nacional comentó que si bien en un comienzo hubo un poco de resistencia, “evidentemente se notó un cambio que los favoreció a ellos mismos”.

Agregó que “les permitió una mejor relación entre ellos, con sus profesores, un mejor aprovechamiento de sus tiempos libres fundamentalmente -como cuando estaban en recreo, por ejemplo-, en el sentido de que ellos podían interactuar de una mejor manera, como estar conversando”.

Barraza comentó que los profesores también notaron el cambio y se mostraron conformes con los resultados, porque consiguieron que hubiese una “mejor concentración, mayor atención y más ganas de trabajar”.

“Todo lo que sea en pos de mejorar la atención del alumno en clases, de mejorar la comunicación entre los mismos alumnos y también con los funcionarios del liceo, me parece mejor todavía”, manifestó, ya que en su opinión “una de las cosas que estamos pereciendo en la sociedad actual es la falta de comunicación”.

En cuanto al funcionamiento de esta medida, Barraza explicó que cuando llegaban en la mañana debían entregar sus aparatos móviles a un profesor, quien los custodiaba hasta la salida. En caso de necesitar comunicarse de manera urgente con el apoderado debían pedir autorización.

Contó que en muchos casos, tanto padres como estudiantes, optaron por no asistir con los celulares, pues el liceo se encargaba de comunicarlos de ser necesario. Mientras que en el caso contrario, de resistirse a entregar el móvil se les hacía una advertencia, a la segunda oportunidad se daba cuenta al tribunal, desde donde eran citados para explicarles la falta y si llegaban otra vez recibían una sanción.


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