“No estamos en una sala de espera para llegar a la adultez y que nuestra voz recién sea tomada en cuenta”

17/11/2020
8 minutos de lectura

¿Cuándo nace en ti el sentido social y político?

Comenzó el año pasado, cuando fui electa en el centro de alumnos de mi liceo. Ahí comenzó el verdadero trabajo, porque después del estallido social tuvimos que empezar a ver por los nuestros, porque sabíamos que había jóvenes que estaban en problemas, que iban a manifestaciones y se los llevaban detenidos.

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Nos reunimos con varios centros de alumnos y comenzamos a trabajar directamente con los estudiantes. Después de eso, salimos de vacaciones, las manifestaciones bajaron en intensidad en Calama y luego llegó la pandemia.

En junio, me contactan de la Mesa Social Covid-19 para crear un grupo de jóvenes y ahí se formó el que está como la Juventud de Calama.  Comenzamos a trabajar con la mesa, pero mi interés social comenzó al darme cuenta de todos los problemas que tenemos en nuestra comuna y cómo tenemos que luchar para solucionarlos.

Obviamente, el proceso constituyente nos abrió muchas más puertas, por ende, ahora estoy trabajando con un gran equipo para mejorar las condiciones de nuestra ciudad.

¿Crees que en la educación municipal se dan instancias para que los jóvenes puedan desarrollar una mirada más crítica, instancias donde se hable de política?

De política no, las conversaciones en los colegios son casi nulas. Nuestra voz no pesa. Se puede conversar temas de contingencia o política si son afortunados, como lo somos muchos estudiantes de mi liceo, que tenemos profesores que nos llaman a tener un pensamiento crítico, pero son docentes específicos, no es un sistema educativo que nos prepare para pensar de manera crítica de lo que está pasando en nuestro país.

¿Cómo vivieron el estallido social los jóvenes de Calama?

Acá las manifestaciones comenzaron el 19 de octubre. Mi visión fue, un día fui al liceo me despedí de mis compañeros, nos vemos el lunes y no los vi hasta noviembre y algunos hasta marzo.

Cuando se inició el estallido yo no fui a marchas ni manifestaciones, porque no me dieron permiso y tampoco tengo el estado físico en caso de tener que correr, pero mi participación fue ver qué amigos míos iban a las marchas, estudiantes de mi colegio y los íbamos anotando, para después saber cuántos tenían que llegar a sus casas, protegernos entre nosotros.  Fuimos varios los que tuvimos esa labor en el estallido social, más que estar marchando o protestando, era cuidar a los que estaban allá.

Como jóvenes, ¿sienten que necesitan un espacio para ser escuchados?

Nosotros vivimos en un país que, lamentablemente, es muy adultocentrista. Se tiene la imagen -gracias a los medios de comunicación- de un joven irresponsable, que solo piensa en carretear, que no tiene idea de lo que quiere hacer con su vida.

No se da el espacio para que hablemos de temas de política, no se nos da un espacio en el que podamos desenvolvernos en este “mundo de adultos”, por lo tanto, este estallido social significó que muchos pudimos alzar la voz, demostrar que nosotros no somos una juventud que estamos dormidos, no estamos en una sala de espera para llegar a la adultez y que nuestra voz recién sea tomada en cuenta.

En octubre del año pasado demostramos, toda la juventud, los secundarios, universitarios e incluso de básica que, en temas de conocimiento, de criterio y pensamiento no estamos detrás de ningún adulto y nosotros nos hicimos el espacio para que nos escucharan, porque personalmente siento que en Calama y en nuestro país en general no se nos dan los espacios para que nos tomen en cuenta en serio.

Entrando en temas más específicos ¿cuál es tu opinión de los partidos políticos?

Difícil. Creo que los partidos se tienen que actualizar, es necesario que haya un cambio de mentalidad a los nuevos tiempos que estamos viviendo.

Creo que les falta actualizarse e incluir gente nueva, no necesitamos tener las mismas caras períodos tras períodos, porque lamentablemente lo único que han logrado -con este pensamiento que nada cambia- es ir alejando a la gente y eso es muy triste, me da pena cuando veo a adultos y jóvenes que no les interese la política, siendo que esta nos afecta a todos.

Y es porque los partidos han hecho que la gente pierda el interés. Siempre se dice, para qué ir a votar si salen siempre los mismos, para que ir a votar si al final los que ganan son los ricos o que sepamos que los que están en el parlamento solamente velan por ellos y sus partidos. Ver estas peleas infantiles que se dan en el parlamento que lo único que hacen es alejar a la gente, por lo tanto, mi llamado hacia los partidos es actualizarse, centrarse en lo que deben hacer y pensar en el bien público, no en el privado ni en el de ellos.

Pandemia

No alcanzábamos a asumir este despertar de Chile, cuando en marzo llega la pandemia del Covid 19, ¿cómo fue para ti terminar abruptamente tercero medio y un cuarto medio con una semana de clases presenciales?

El tercero medio no me dolió tanto, porque lo cerré con un acto del Día del Profesor que fue muy lindo, muy emotivo y lo guardo con mucho cariño. Pero el cuarto medio ha sido triste, porque siento que no he aprendido nada y las emociones que uno espera de este año no las hemos tenido.

Hace unos días estábamos conversando con mis compañeros de curso que nos perdimos un musical que es tradición en mi liceo, nos perdimos el aniversario que es tan importante en cuarto medio. Ha sido triste, como que se esté considerando hacer una licenciatura online o que sea separando mi curso en dos y no me pueda licenciar con mis amigos creo que se pone más triste. Quiero salir del liceo y mirar hacia el frente y ver el camino hacia la universidad solamente.

Enfocándonos en el tema de la pandemia y tu participación en la Mesa Social Covid-19. ¿Cómo se amplió tu mirada, tu visión de la realidad, además de generar lazos con diversos adultos que tienen historias y opiniones distintas?

Es una experiencia muy enriquecedora. Ver la realidad de Calama que es algo que veníamos gritando de hace mucho tiempo, pero que ahora quedó en evidencia. Ver las diferencias en el tema de salud, cómo la minera nos está matando, en tema de educación que estamos muy atrás, no tenemos una universidad estatal, aunque no lo crean, ese es un tema que se trató en la mesa.

La pandemia nos sirvió para hablar de otros asuntos, como también analizar que tenemos un hospital maravilloso, pero sin especialistas, porque hay que seguir viajando a Antofagasta o a Santiago.

Con los adultos mayores quedó en evidencia como están olvidados, como también los niños pequeños -no me gusta decir infancia porque significa los sin voz. En la mesa abordamos muchos temas que hoy podemos cambiar, de descentralizar de una vez por todas este país y dejar de ser una zona de sacrificio.

Esto es muy importante, que Calama sea considerada como zona de sacrificio es muy fuerte, saber que para el gobierno no existimos porque somos una zona económica que mantiene el país, pero lo que pase con las personas que vivimos acá no importa.

¿Crees que afecta la minería en el desarrollo de ciudad en el aspecto social?

Siento que no importa quien esté en el poder, si el líder sea un hombre o mujer, mientras la conciencia de los que están detrás no cambie. Calama para mí sigue siendo una ciudad completamente machista desde el momento en que las mujeres no tenemos un espacio de liberación más que el mall y que se tenga como idea que cuando la mujer está aburrida deba ir a ese lugar.

Para mí eso es terrible, porque vas al centro, ves schoperías y espacios donde los hombres pueden ir y ser hombres tranquilamente. Vivimos en una ciudad que es de conocimiento que existen barrios que son muy peligrosos para que una mujer ande sola y que uno de estos sea el paseo Ramírez, que es parte del centro de la ciudad es terrible. Esto para mí es una ciudad machista.

He sentido el miedo de estar sola en la calle en mi propia ciudad y en pleno centro. Creo que a todas nos ha pasado y es terrible tener que acudir a los amigos para no andar sola.

En Calama la mentalidad no ha cambiado, sigue siendo muy machista, porque es una zona minera, es un territorio que se considera de hombres -siendo que hay mujeres que se desempeñan muy bien en el área- por lo tanto, mientras la cultura no cambie las mujeres seguiremos en el riesgo y sin poder desenvolvernos.

¿Qué responsabilidad tienen las autoridades en este tema?

Esto depende mucho también de las autoridades municipales y ahora que se viene un cambio, creo que deberían estar dentro de las propuestas de los candidatos el crear proyectos para espacios de todos, que sean seguro para los niños, porque lamentablemente en Calama tenemos parques, pero están bañados en drogadicción. Van se sientan y nadie les hace algo.

Espacios para que las mujeres podamos estar tranquilas y que todos podamos compartir en familia, espacios que permitan tener más opciones que solo el parque El Loa.

Cambiando el tema, Chile vive un proceso Constituyente potente, ¿cuál es tu opinión frente a quienes deben redactar la nueva Constitución de Chile?

A los jóvenes nos molestó mucho que en la Convención Constitucional (CC) se nos haya dejado fuera, nuevamente caemos en la cultura adultocentrista en la que tienes que ser mayor de 18 para que te escuchen. Hubiese sido muy bueno que en la CC hubiese representantes de los estudiantes, pero directamente, creo que es un alcance que hay que hacer. Que nos hubiesen asegurado que habría representantes de la juventud y de los niños.

Desde los 14 años pueden ejercerte la ley si cometes un delito, si una niña de 15 queda embarazada se le obliga a ser mamá porque puede ser responsable, pero se nos cerraron las puertas en un proceso que iniciamos nosotros, fueron los estudiantes secundarios los que iniciamos este proceso, los que se saltaron le torniquete ese 18 de octubre y se nos dejó fuera y sin ni siquiera la oportunidad de apelar.

En cuanto a cómo vemos el panorama. Es complicado, porque vemos partidos que de una u otra manera que han querido tener a sus representantes en la CC y la ciudadanía no quiere eso, por algo se votó una CC y no una mixta, porque no queremos a los mismos de siempre creando una nueva historia para nuestro país.

Por lo tanto, creo que ahora la esperanza está en los independientes, en las personas que saben la realidad de nuestro país, que no han vivido toda su vida en una burbuja o que conocen estar abajo y llegaron arriba y no se olvidaron de sus raíces. Ojalá que la gente sea consciente, que se informe, que investigue y que vaya a votar por las personas que realmente vale la pena y no los mismos de siempre.

¿Qué harás después que termines tu enseñanza media?

Me quiero ir a la universidad, pretendo estudiar derecho, porque quiero dedicarme a la política. Ahí me veo, lo más probable es que me vean como dirigente en la universidad o dando la cara en Calama si me quedo un año más y seguir creciendo con la juventud.

Mi invitación es a seguir gritando, a seguir luchando y no dejarnos acallar bajo ese pensamiento adultocentrista, porque los jóvenes tenemos la misma capacidad y quizá mucho más que un adulto para ver de otra manera el mundo y, por lo tanto, lo podemos cambiar por uno mejor.

Estoy orgullosa que mi generación viene con la mente abierta, de conocer nuevos horizontes, que la discriminación no puede ser parte de nuestra sociedad, con nuevos ideales en términos de orientación sexual, el respeto es parte fundamental.

Llamo a la juventud a seguir cambiando el mundo como lo hemos hecho durante la historia, porque a nivel mundial la juventud ha impulsado los mayores cambios en las sociedades y ahora no puede ser la excepción y mucho menos en nuestro país.

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