El pasado lunes 22 de mayo, el Juzgado de Garantía de Antofagasta acogió una querella por el delito de homicidio doloso contra la clínica Bupa Antofagasta. La demanda, fue interpuesta por Jacqueline Saavedra González, madre de Sheccid Sepúlveda Saavedra, joven de 20 años que falleció tras una cirugía bariátrica efectuada en esa clínica.
La joven falleció el sábado 1 de abril, mientras se encontraba en coma inducido. 15 días antes, se había sometido a la cirugía. A la clínica, llegó por recomendación de su mejor amigo, que se había sometido a la misma operación. La cirugía se realizó el jueves 16 de abril, siendo dada de alta al día siguiente.
En declaraciones a LUN, Jacqueline comentó que desde el primer momento, su hija presentó malestares. “Se quejaba de dolores en la espalda baja, pero la enfermera le dijo que era normal por el tipo de operación. Del doctor (que hizo la operación) no volvimos a saber en esos días, ya que vive en Santiago y viaja a Antofagasta una vez por semana”.
Pasados los días, los problemas se acentuaron. Acudieron a la clínica, siendo sometida a múltiples exámenes, mientras Scheccid quedaba internada. “Mi hija estaba muy asustada y adolorida”, comentó la madre al citado medio.
El viernes 24 de abril, al ver que su estado de salud empeoraba, Scheccid fue reingresada a pabellón, producto de que en la zona de la operación le habían salido unas burbujas que emanaban pus. Ese viernes, fue la última vez que Jacqueline vio a su hija despierta, debido a que tras la operación, fue sometida a coma inducido.
La joven estuvo internada en la UCI hasta su fallecimiento, ocurrido el sábado 1 de abril. Según lo que comentó Jacqueline, una de las enfermeras le informó que su hija tenía un edema cerebral y que tuvo un paro cardiaco en el día de la cirugía de limpieza.
La familia ha realizado múltiples manifestaciones para visibilizar el caso. El pasado viernes 12 de mayo, convocaron a familiares para manifestarse con globos blancos en las afueras de la clínica Bupa. “Todavía estoy en shock. Mi hija nació cuando yo tenía 15 años. Era mi compañera de vida. Me acompañó a clases para terminar el colegio y después a la universidad cuando estudié trabajo social. Era alegre y muy cariñosa. Disfrutaba la vida”. Finalizó Jacqueline Saavedra, madre de la joven fallecida.