La Cámara de Diputadas y Diputados aprobó en general este miércoles una modificación al reglamento de la instancia que obligará a sus parlamentarios a someterse a exámenes de control de consumo de drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas.
La propuesta obtuvo 132 votos a favor, uno en contra (Ana María Gazmuri, Acción Humanista) y dos abstenciones (Claudia Mix y Consuelo Veloso, ambas del Frente Amplio), retornando así a la Comisión de Constitución de la Cámara Baja, en la que se analizarán las indicaciones presentadas.
“En la Cámara se ha mostrado de forma bastante transversal la voluntad de transparentar el tema del uso de drogas a través de este nuevo reglamento que nos estamos dando para hacer un test aleatorio”, destacó el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD).
En esta línea, aseguró que con este procedimiento “también le damos una señal clara a la ciudadanía respecto de que no vamos a estar tampoco, de alguna u otra manera, siendo influenciados ni por el mundo del narcotráfico ni tampoco por el uso de estupefacientes”.
El examen comprenderá a todos los parlamentarios de la Cámara Baja, sin excepción, de manera aleatoria y semestral. Un proceso que cada legislador deberá realizar al menos dos veces durante el periodo legislativo.
En caso de dar positivo a este test, el aludido deberá inhabilitarse de las votaciones relacionadas con la prevención y control de consumo de drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas. Lo mismo que quien se niegue a someterse al examen.
Los resultados serán reservados, de acuerdo a la ley que regula los derechos y deberes de las personas en acciones vinculadas a su atención en salud, algo que, de todas maneras, busca ser revertido por algunos parlamentarios.