Ante las dudas que se han suscitado sobre el proceso de vacunación que se inició hoy en el país, cabe preguntarse:
¿Debemos inmunizarnos?
En lo personal estoy absolutamente a favor de vacunarse. Es más, apenas llegue el momento voy a ser el primero en ponerme en la fila junto a ustedes, para recibir la inoculación.
¿Por qué?
Simple. El proceso de vacunación actual es una etapa colectiva, debemos llegar al menos a un 80% de la población para que tenga una efectividad real y podamos vencer de una vez por todas esta pandemia.
En un período de mucha incertidumbre y señales erráticas del gobierno, hoy en día el tema de la vacuna se ha tomado la agenda temática en el país, voces a favor y en contra de la inoculación colman los canales de noticias, programas de conversación y matinales.
Algunos dicen que no vale la pena arriesgarse poniéndose una vacuna china, que tiene sólo poco más de un 50% de efectividad, si vas a tener que seguir cuidándote usando mascarillas, respetando el distanciamiento social y las cuarentenas.
Ese sentimiento primario e individualista, ha quedado en evidencia que no funciona, lo que urge en este momento son los procesos colectivos en el cual debemos cuidarnos y cuidar a los otros.
Lo cierto es que esta inoculación tiene prácticamente la misma efectividad que otras vacunas como la de la influenza, y la tecnología china hoy en día es pionera y líder en muchas áreas.
¿Pero vamos a tener que seguir cuidándonos?
Así es, el virus no desaparece por arte de magia al inmunizarse, sigue en el ambiente y podemos contagiarnos de manera asintomática, es decir, la vacuna va a proteger a nuestro organismo de enfermarse, pero no de contraerla, de esta forma podemos igualmente transmitirla y contagiar a otros.
Por eso es tan importante entender que este proceso es colectivo, somos parte de una sociedad que necesita avanzar y para ello, debemos llegar lo más rápido posible a la mayoría de la población general y para ello no sólo debemos confiar en la ciencia, sino que debemos entender la responsabilidad social de cuidar a los otros, a nuestro entorno y nuestra familia.
Quiero seguir viviendo en un mundo sin pandemia, quiero que nuestras y nuestros hijos e hijas vivan felices y puedan volver a jugar juntos en los parques y escuelas. De todos depende.