Una insólita situación se vivió en Calama cuando una denuncia por secuestro movilizó a la Policía de Investigaciones (PDI) el pasado miércoles. La cónyuge de un hombre chileno, mayor de edad, presentó la denuncia al no saber del paradero de su pareja. Sin embargo, tras una diligencia policial, se descubrió que el supuesto secuestrado se encontraba en una fiesta, en una parcela de la ciudad, junto a amigos que simularon el secuestro para excusar su ausencia en casa.
El delegado presidencial provincial de El Loa, Miguel Ballesteros, informó que la denuncia incluyó una videollamada en la que los implicados, todos adultos chilenos, fingieron estar en peligro. “Estos hechos son intolerables, no solo porque ponen en riesgo la seguridad pública, sino porque malgastan recursos que deberían destinarse a verdaderas emergencias”, declaró Ballesteros, subrayando la gravedad de movilizar personal policial para casos de este tipo.
Ballesteros también destacó que el secuestro es un delito prioritario en el sistema de denuncias, lo que implica la asignación de recursos significativos para resolverlo. “Este mal uso de los canales de denuncia no solo es condenable, sino que también será perseguido judicialmente. Ya hemos identificado a los responsables y tomaremos las acciones legales correspondientes”, aseguró.
Finalmente, el delegado hizo un llamado a la comunidad a utilizar de manera responsable los canales de denuncia, recordando que los recursos policiales son limitados. “Es fundamental hacer un uso adecuado de estos mecanismos, y este tipo de actos no solo interfiere con la seguridad pública, sino que afecta a quienes realmente necesitan asistencia en situaciones críticas”, concluyó Ballesteros.