Con el objetivo de dejar en evidencia varias falencias y necesidades de las mascotas en Calama, como también dar a conocer las muestras de afecto hacia ellos que se han convertido en verdaderas tradiciones culturales en la capital minera, es que la Oficina de Tenencia Responsable Animal, dependiente de la Municipalidad de Calama, expuso ante la Comisión de Medio Ambiente de la casa edilicia las grandes prioridades que requieren en lo inmediato nuestros llamados “hermanos menores”.
Es así que la encargada de la Oficina de Tenencia Responsable de Mascotas, la Médico veterinaria, Paulina Carrasco, manifestó que una de las necesidades urgentes que requieren es la contratación de dos inspectores exclusivos en la tenencia responsable de mascotas (TRM) y Medio Ambiente (MA) a lo menos, para fiscalizaciones constantes y durante semana, y algunos fines de semanas, cuyas multan sean invertidas en mejoras en TRM, según dicta la Ley 21.020, y apoyo en manejo inadecuados de Basuras, según Ordenanzas de MA y TRM.
También Carrasco propuso la creación de dos parques para mascotas, donde la idea es que uno se ubique en el sector de calle Colonia con Avenida Prat, y el segundo en Borde Río, entre Los Salares y Los Volcanes, todo esto en un proyecto a corto plazo. El objetivo es que tengan un cierre perimetral de rejas y con entrega de información en TRM y protección ambiental, incluyendo una zona de juegos para animales (con material de reciclaje), separada para perros pequeños y medianos, y perros grandes, en un área donde pueda contar con entrega de agua.
Mientras que en el plano de las tradiciones culturales, la profesional propuso el reconocimiento y valoración de dos cementerios de mascotas de Calama, donde uno se ubica a la salida de Calama camino a Chiu Chiu y el otro en el memorial donde se dinamitaron a dos banqueros. La idea es que cuenten con una zona arbórea, de unos 10 a 15 arbolitos para las familias que acuden al lugar, incluyendo una delimitación simbólica con tiza blanca que demarque ambos terrenos para que se respalde a las familias que acuden ahí.
“Queremos hacer un llamado para poder reconocer, validar, respetar y enseñar todo este proceso que significa el ritual del entierro de una mascota, donde se ha podido demostrar que la comunidad está cada vez más unidas a ellas, donde es un miembro de familia y se considera en encuestas censuales a nivel nacional. Estos dos espacios tienen cerca de 1 mil 500 tumbas cada una y eso es parte de la cultura que se está viviendo y es propia de la zona norte. Por lo que la idea es que si a futuro hay algún proyecto no haya remoción de tierra en el cementerio y la idea es que se protejan estas zonas, y no vayan camiones de basura a botar escombros o la gente las ocupe como zona de disparo, lo que descubrimos hace poco”, finalizó Carrasco.