Un completo recorrido por San Pedro de Atacama hizo anoche el alcalde, Aliro Catur, con el intendente, Edgar Blanco y el jefe de Defensa Nacional de Seguridad Regional, general José Aguirre, para verificar que el toque de queda se cumpliera a cabalidad.
Lo anterior cobra sentido luego que el poblado registrara tres casos de contagiados por COVID-19, tratándose de dos mujeres, una de ellas de 15 años y un hombre adulto mayor. Todos familiares.
Mientras que a partir de las 8 de la mañana de hoy sesionó la mesa social en San Pedro de Atacama, en la que además de las autoridades participaron representantes de las comunidades.
Una vez terminada, Blanco llamó a la ciudadanía a cumplir con el autocuidado, lo que implica que “las medidas que tomemos de manera personal son claves” para evitar que el virus se siga expandiendo.
Asimismo, enfatizó –al igual que el alcalde Catur- que las personas no asistan al poblado, aunque tengan una segunda vivienda ahí.
“El control que estamos haciendo durará mientras esté la pandemia”, dijo Catur, insistiendo en que es necesario proteger la comuna.
Feriado
Junto a ellos, el párroco de San Pedro de Atacama, Néstor Veneros, recalcó que el llamado que hace la iglesia Católica es quedarse en casa, porque esa es la máxima demostración de amor que se le puede hacer al prójimo en pandemia.
He invitó a la comunidad a seguir la celebración de Semana Santa a través de las redes sociales que posee la iglesia, debido a que todas sus parroquias e iglesias estarán cerradas a los feligreses.