Fue en medio del Santuario de Ayquina, en plena celebración principal, que el obispo de Calama, monseñor Óscar Blanco, que realizó su última misa en esta zona, ya que el papa Francisco lo asignó a seguir su labor ahora en Punta Arenas. Con emoción se despidió de los devotos loínos, junto Guadalupe, la patrona de la Provincia El Loa.
“Siempre una alegría hacer fiesta, eso he aprendido del norte, de alabar al señor con lo que somos y con lo que tenemos. Me voy de verdad muy agradecido, me voy nutrido de esta piedad del pueblo de Dios, un pueblo sencillo, un pueblo que sabe hacer familia, comunidad, sabe cantar y bailar con lo más sencillo que tienen”, explicó el obispo.
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Blanco estuvo seis años siendo el obispo de la Diócesis Juan Bautista de Calama. Años en que logró un gran acercamiento con los devotos de la iglesia católica y participó en todas las fiestas patronales de las comunidades andinas. La Fiesta Religiosa de la Virgen de Ayquina, fue su último paso, por la Provincia El Loa. “Primero agradecerles, me dejaron entrar en su casa, recuerdo que cuando llegué les pedí permiso porque venía de afuera y sabía que venía a una tierra sagrada y ellos me dieron permiso y me dejaron entrar. Yo quiero agradecerles a todos los calameños y calameñas, quiero invitarlos a que sigan caminando juntos, que sigan trabajando por este norte y con un único norte que es la unidad”, remató el obispo.
Ahora se traslada a Punta Arenas y en su cargo, quedará alguien momentáneamente, hasta que el Vaticano asigne un nuevo obispo para Calama.