Un total de 88 niños y niñas de las escuelas de San Francisco de Chiuchiu, Pukará de Lasana, San Antonio de Ollagüe, San Bartolomé de Caspana, San José de Ayquina y Toconce participaron en una serie de talleres enfocados en la tradición de la ganadería Altoandina de camélidos, organizada por la Unidad de Patrimonio Cultural Inmaterial del Serpat Antofagasta. Esta iniciativa busca preservar y valorar el patrimonio cultural inmaterial de la crianza de llamas y alpacas en las comunidades donde esta tradición aún pervive.
Entre los talleres realizados se encontraban “Llamita de barro”, dirigido por la alfarera Mirian Coria, “Floreo de llamas” y “Llamita de vellón”, presentados por los cultores Javier Saire y Jackeline Anza, respectivamente. Además, se llevó a cabo el taller “Crianza tradicional de llamas” a cargo de Julia Quispe, Feliza Yucra y Feliz Anza, con el apoyo de Ximena Anza, representante de la Red de Ganaderos Andinos en la región. Estas actividades permiten a los niños y niñas aprender sobre las prácticas tradicionales y la importancia de mantener viva esta cultura ancestral.
Gabriel Díaz Morales, director (S) del Serpat en la región de Antofagasta, destacó la relevancia de transmitir estas tradiciones de generación en generación, especialmente en territorios como el Alto Loa, donde la ganadería de camélidos ha sido fundamental para la subsistencia de sus habitantes desde tiempos remotos. Por su parte, Humberto Flores González, alcalde de Ollagüe, subrayó que la ganadería camélida es parte esencial del legado social y económico de la comuna, generando recursos como lana y carne, y manteniendo un vínculo con la historia y las costumbres de la zona.
Verónica Arévalo Gutiérrez, encargada regional de Patrimonio Cultural Inmaterial, explicó que los talleres buscan que las cultoras y cultores compartan con las infancias el valor de sus prácticas mediante experiencias significativas. Estas instancias no solo preservan la ganadería camélida, sino que también promueven la creatividad y el reconocimiento del patrimonio cultural local, fortaleciendo el lazo entre las nuevas generaciones y su herencia cultural.
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