En una ceremonia cargada de simbolismo y tradición, la Comunidad Atacameña de Camar y Minera Zaldívar marcaron un hito al instalar la primera piedra del proyecto de conservación y puesta en valor del Tambo de Camar. Este sitio arqueológico, ubicado a 67 kilómetros de San Pedro de Atacama, ha sido resguardado por la ley 17.288 y forma parte del subtramo Camar-Peine del Qhapaq Ñan, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 2014.
El Tambo de Camar, que en su tiempo fue un punto de descanso para viajeros y caravanas, sufrió daños en 2019 debido a un aluvión. Este evento motivó la realización de un diagnóstico integral y un estudio arqueológico que establecieron las bases para su rescate. Héctor Cruz, presidente de la comunidad, comentó emocionado: “Para nosotros, trabajar en alianza con las autoridades y con la empresa privada, con reconocimiento y respeto, nos ha permitido lograr cosas como esta”.
El proyecto, que involucra una inversión de $447 millones, contará con infraestructura que incluye una sala de informaciones, un sendero y un mirador. Ronald Caicedo, jefe de Proyectos de Paisaje Rural, detalló: “Desde allí habrá un sendero y una pasarela que llevan a un mirador para observar el Tambo de Camar en todo su esplendor”.
Para el alcalde de San Pedro de Atacama, Justo Zuleta, esta iniciativa representa “un significativo rescate de los valores y las tradiciones de los pueblos originarios y cómo se conectaron con el Imperio Inca”, resaltando el inmenso valor histórico y cultural de la zona. La comunidad también será la encargada de resguardar los hallazgos arqueológicos que surjan durante la intervención, según indicó Leonardo González, gerente general de Minera Zaldívar.
Este proyecto no solo busca proteger y preservar el patrimonio, sino también desarrollar un turismo responsable que permitirá a futuros visitantes conocer y valorar el legado histórico de los pueblos originarios de la región.