En un avance significativo para la salud ginecológica de las mujeres de Calama, el Hospital Dr. Carlos Cisternas (HCC) ha comenzado a realizar conizaciones cervicales en su Unidad de Patología Cervical. Este procedimiento quirúrgico, esperado por años, permite extraer tejido del cuello uterino para realizar una biopsia y diagnosticar posibles lesiones malignas, además de tratar algunas patologías específicas. “Desde agosto de 2022 iniciamos las consultas de patología cervical, y tras un largo proceso, logramos la autorización del Ministerio de Salud en octubre de 2024 para realizar estas intervenciones”, explicó la ginecóloga Sonia Bruzual, encargada de la unidad.
El procedimiento, que es una cirugía mayor ambulatoria, se realiza en pabellón y requiere solo unas horas de permanencia en el hospital. Según Bruzual, ya se han atendido más de 3.800 consultas desde la apertura de la unidad, y actualmente se realizan entre tres y cuatro conizaciones semanales. “Es fundamental para pacientes con lesiones de cuello uterino sospechosas de malignidad, ya que permite confirmar o descartar un diagnóstico mediante biopsia, o incluso prevenir el avance hacia un cáncer”, destacó.
Uno de los aspectos más relevantes de la conización cervical es su impacto en mujeres jóvenes que desean preservar su fertilidad. Este procedimiento no solo ayuda a tratar lesiones, sino que también permite a las pacientes continuar planificando un embarazo. “Es esencial para mujeres fértiles, ya que conserva el útero y abre la posibilidad de embarazos futuros”, señaló Bruzual, destacando la importancia de un diagnóstico temprano.
Desde el inicio de estas intervenciones, alrededor de 50 mujeres han sido beneficiadas, ya sea con fines diagnósticos o terapéuticos. Esto ha representado un cambio importante, ya que anteriormente estas pacientes debían ser derivadas a Antofagasta para recibir tratamiento. Ahora, el Hospital de Calama se posiciona como un referente local en salud ginecológica.
Con este avance, el HCC reafirma su compromiso con la salud de las mujeres loínas, proporcionando acceso directo a procedimientos médicos que antes no estaban disponibles en la ciudad. Este logro no solo mejora la calidad de vida de las pacientes, sino que también fortalece la capacidad del hospital para atender patologías de alta complejidad.