La búsqueda de la mejora continua de la operación y el fortalecimiento de las ventajas competitivas que valoran sus clientes ha llevado al Ferrocarril de Antofagasta a evaluar la incorporación de parámetros usados en el rubro ferroviario mundial, para calcular la capacidad de carga de las locomotoras.
El estudio pondría a prueba el actual método y permitiría cambiar los diseños de ciclos de trenes, con una proyección de aumentar en un 20% las pautas de arrastre en tramos críticos, y, en consecuencia, lograr mayor eficiencia y competitividad en el transporte de carga.
Jackeline Tapia, Ingeniera de proyectos del Departamento de Excelencia Operacional y Tecnologías, explicó que la pauta de arrastre consiste en calcular la cantidad de peso bruto que podría movilizar una locomotora, en un tramo de vía definido.
En ese contexto, la profesional señaló que “si bien ya teníamos un método numérico para calcular toneladas brutas, este nuevo estudio entrega una aplicación que permite ingresar todos los datos que se requieren como pendientes, vías, carros, toneladas, cargas, etc., generando así una carga máxima a transportar y el perfil de velocidades en la que lo desarrollaría. Esto hace posible predecir si el tren va a avanzar, sin quedarse detenido en algún punto del tramo a analizar”.
Del mismo modo, Tapia explicó que el resultado del estudio permitiría cambiar la configuración de las locomotoras en los trenes, por ejemplo: las GT42 o las C23, y ponerlas en servicios más críticos, entregando mayor confiabilidad. “Nuestro paso siguiente es la validación en terreno del modelo teórico, y así ir ajustando en el tramo, con la locomotora y la carga”, detalló.
En tanto, José Adasme, Ingeniero de Proyectos e Innovación del Departamento de Excelencia Operacional y Tecnologías, dijo que lo relevante de este estudio es que permitiría aumentar la capacidad de arrastre de las locomotoras en tramos definidos de la vía que por sus condiciones geográficas son restrictivas y la vez críticas. “Podríamos movilizar más carga para los clientes o generar nuevos negocios ofertando trenes con mayor capacidad”, sostuvo.
Respecto a las pruebas de terreno, señaló que éstas se realizarán, tanto con la configuración actual de trenes aumentando la carga, como también con nuevas posibles configuraciones que permitan redistribuir de una forma distinta las locomotoras, sacándoles mejor provecho en función de los itinerarios y cumplimiento a clientes.
Según explicó Adasme, una vez ejecutada la prueba en terreno, “si concluimos que no hay retrasos o congestión para otros trenes y la locomotora no tiene parámetros de funcionamiento afectados, se entrega la nueva pauta a las áreas de operaciones y estudios”, agregó.
En tanto, Rodrigo Cortéz, Jefe del Departamento de Desarrollo y Estudios de la Gerencia Comercial, precisó que “lo que esperamos lograr con todo esto, es tener una herramienta que nos permita diseñar un aumento en la eficiencia en nuestros trenes, con el fin de tener alternativas de transporte de más carga para los clientes actuales y/o cargas adicionales, que cumplan con la premisa de ser competitivas en lo que respecta a la relación ton/tren”.