Lorena Durán (42) es la primera trabajadora del área de la salud en morir por el COVID-19 en Chile, era funcionaria administrativa de un cesfam de Temuco y tras 37 días de estar hospitaliza y con ventilación mecánica no pudo hacer frente al virus.
Era madre de dos niñas de 23 y 13 años, no tenía enfermedades crónicas ni tampoco fumaba y a pesar que tuvo una leve mejoría hace unos días su sistema respiratorio no pudo enfrentar el virus.
Su esposo también presentó la enfermedad y a las hijas aún no se les aplica el test para corroborar su situación.
Esta profesional es la más joven en fallecer de la región de La Araucanía y tras las denuncias que existían que no había sido sometida a análisis cuando comenzó con los síntomas, desde el Minsal precisaron no se contagió en su lugar de trabajo y que justamente en la salud primaria no se realizan los test de PCR.