Para muchas personas la advertencia que hizo hace algunas semanas la Organización Mundial de la Salud (OMS), que presentó un artículo en el que desaconsejaron el uso de edulcorantes no azucarados como la sacarina, la estevia y la sucralosa, entre otros, para controlar el peso corporal, causó el efecto de que varios vecinos empezaron a dejar de consumirlos, como al final que ya no lo echaban nada al café o al té, o simplemente volvieron a ocupar directamente el azucarero.
Todo esto, sumado que los mismos especialistas de la OMS detallaron que el consumo de los endulzantes de este tipo se relaciona con diagnósticos como diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos, sobre todo si no se cuida la alimentación y no se mantienen hábitos saludables. Incluyendo en que esta recomendación excluye a las personas que padecen diabetes preexistente.
Sin embargo, todo dio una voltereta tras los dichos de algunos expertos ante el consejo de la OMS, como fue el caso de la doctora y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, Mónica Katz, quien desmintió esta advertencia del citado organismo.
La profesional declaró que “cuando afirman que el uso de edulcorantes incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes, etcétera, eso no tiene evidencia, porque está basado en estudios observacionales. Esto significa que se observó un universo (una muestra) sin intervención ni grupo control”.
Por último, Katz enfatizó que usar solo edulcorantes con el objetivo de perder peso no es efectivo, ya que para ese propósito “además hay que moverse, comer saludablemente y gestionar las emociones, el comportamiento”, agregando sobre los dichos de la OMS que “considero que es un error inferir que la causante de diabetes o afecciones cardiovasculares está dada porque las personas con estas enfermedades consuman más edulcorantes”, finalizó.