En menos de 24 horas se registró un nuevo ataque con arma de fuego.Dos hechos policiales vuelven a quebrantar el toque de queda en Calama.

Una nueva balacera que dejó a un sujeto con diversas lesiones y el funcionamiento de un clandestino, con más de cuarenta personas, el que además era prostíbulo.

Armas

Tres balaceras en 24 horas. La última fue en la intersección de las calles Ejército con Bolivia, en la que un sujeto fue agredido con un arma de fuego por desconocidos, quienes lo habrían atacado desde un vehículo, alcanzándolo en una de sus piernas.

El hombre –además de resultar con lesiones en su rostro- está fuera de riesgo vital y a pesar de la situación en la que se encuentra no entregó antecedentes que permitieran reconocer a sus atacantes.

El segundo hecho tuvo un final más trágico, pues falleció un chileno de 47 años tras recibir un impacto de bala en su cabeza. El vehículo que conducía fue atacado por sujetos que se trasladaban en un automóvil rojo, quienes dispararon en varias ocasiones.

En tanto, al perder el control de su móvil terminó estrellándose en una vivienda de calle Pedro de Valdivia. La víctima era acompañada por dos mujeres, una menor de edad y la otra que resultó con lesiones en uno de sus brazos.

Mientras que el primero fue en calle Alejandro Rodríguez con Talca, lugar en que un transeúnte fue agredido –también por un arma de fuego- por un ciclista, quien se dio a la fuga.

Prostíbulo

Anoche, gracias a la denuncia de vecinos, Carabineros logró intervenir el funcionamiento de un clandestino, el que además era un prostíbulo.

El comisario de la Comisaría de Calama, mayor Robinson Villarroel, comentó que se llegó al lugar gracias a la denuncia de vecinos.

“Se concurrió a calle Sotomayor a la altura de Río de Janeiro, lugar donde funcionaba un local clandestino de alcoholes, al interior se encontraba una gran cantidad de personas”, comentó el uniformado.

Se fiscalizaron a 45 personas, las que estaban desplegadas en mesas que se instalaron en el primer y segundo piso de la vivienda y se incautaron 274 botellas y 815 mil pesos en dinero en efectivo. Además, se detectó que uno de los clientes tenía una orden vigente, por lo que fue detenido.

Este hecho fue denunciado al Juzgado de Policía Local y se dio cuenta a la seremi de Salud, mismo procedimiento que se realizó los primeros días de mayo, en el que 21 personas estaban en un inmueble de manera ilegal e irrumpiendo las restricciones existentes por la pandemia de COVID-19.