Era cerca de la medianoche cuando Luis Fernando Aguilar, ciudadano boliviano, estando a solas con su padrastro después de una celebración, lo agredió con un objeto contundente en la cabeza y una serie de estocadas en el tórax para darle muerte y posteriormente esconder su cuerpo en las vías aluvionales por quitarle el dinero de un premio. Crimen por el cual fue condenado, por robo con homicidio, a cadena perpetua efectiva este joven de 21 años.
Según la Fiscalía de Antofagasta la noche del 9 de abril en el campamento Flor del Norte, domicilio de la víctima, llegó el acusado y su hermano. Allí la víctima mostró un banano donde guardaba 1.500.000 de pesos por ganar una lota familiar. Mientras celebraban hubo un momento en que se quedaron solos y se produjo el ataque con armas cortopunzantes.
“A continuación, y estando la víctima agonizante, la trasladó al baño del inmueble, donde procedió a descuartizarlo, para posteriormente depositar todas las partes del cuerpo en una bolsa matutera y trasladarla al sector de las piscinas aluviales ubicadas al costado nororiente del campamento, donde las abandonó”, informó la Fiscalía de Antofagasta.
El cuerpo fue hallado el 11 de abril por vecinos del lugar y, durante las pericias practicadas, se pudo establecer que la causa de muerte fue un traumatismo craneoencefálico abierto grave y traumatismo torácico por heridas cortopunzantes con penetrante cardíaca.
El acusado intentó abandonar el país con el dinero que robó, pero fue detenido en Arica y puesto ante la justicia mediante un trabajo de la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística de la PDI.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta impuso la pena de presidio perpetuo calificado a Aguilar como autor. “Llevó a cabo el desmembramiento del cadáver con el claro propósito de asegurar la impunidad, conducta que, si bien no era punible a la fecha de comisión del delito, hoy constituye delito, a partir de la modificación introducida al Código Penal por la Ley 21.467 de 30 de julio de 2022”, informó el tribunal.
El fiscal jefe de Antofagasta, Cristian Aguilar, explicó que “esta es una condena muy poco común, pero totalmente justificada desde un punto de vista legal. Me atrevería a decir que en lo que va de la Reforma Procesal Penal en Antofagasta, desde el año 2001, no son más de tres o cuatro las ocasiones en que se ha impuesto”.