El pasado lunes, Chilevisión emitió un reportaje en el que deja en evidencia algunas malas prácticas entre los diputados y diputadas. En lo concreto, el reportaje acusa que muchos de ellos son impuntuales, con retrasos de hasta una hora. Así mismo, está extendida la práctica de “marcar la entrada”, e irse tras unos minutos en el hemiciclo.
La práctica, también se relaciona a los atrasos. Sin ir más lejos, y basados en el reportaje del citado medio, al estudiar las 49 sesiones celebradas antes del receso de verano, el diputado Gaspar Rivas (PDG) fue el que registró mayor promedio de atraso. El diputado, en promedio, entra una hora y 17 minutos más tarde. El podio lo completan Joaquín Lavín (UDI) y Maite Orsini (RD). Ambos tienen un retraso promedio de 55 minutos.
Catalina Pérez, diputada por la región de Antofagasta, comentó que como Mesa Directiva de la Cámara, propondrán un mecanismo de descuento de sueldo por atrasos. “Hoy, algunos parlamentarios, principalmente de derecha, manifestaron su descontento en la sesión, escuchándose incluso amenazas de censura en nuestra contra. Esto es preocupante, porque si bien el argumento de las funciones que se realizan en paralelo a la sala es atendible, otra cosa es negarse a sancionar cuando se incumple lo estipulado como el inicio de tu jornada. En Chile nadie puede llegar tarde a su trabajo sin consecuencias”.
“Si bien el reportaje que motiva la medida es de muchas maneras sensacionalista, siempre es positivo que exista un control público de la forma en que se ejerce la representación”. Agregó al respecto la diputada.
Sebastián Videla, también diputado por la región de Antofagasta, consideró como inaceptable que diputados se nieguen a multas por atrasos. “Cuando uno está en el hemiciclo, es verdad que sales a recibir a dirigentes, personas de acá del norte, pero continúas en el lugar. Lo que no corresponde, es que llegues, estes sentado un rato y te vayas a otro lado. En las comisiones hay varios diputados que no participan definitivamente y eso no tiene justificación”.