Después de más de seis décadas de servir a la comunidad calameña, la Ferretería San Felipe, ha decidido cerrar sus puertas, marcando el fin de una era. Este negocio no solo fue un lugar donde se vendían herramientas, regalos y después incorporaron materiales para diferentes tipos de manualidades, y así forjaron recuerdos y vínculos con su fiel clientela.
Fundada en el año 1962 por Teófila Quiroz Cáceres, el negocio fue asumido por su esposo, Felipe Tapia Mendoza, quien inspiró el nombre del local. Tras el fallecimiento de don Felipe el año 2008, el negocio queda a cargo de sus hijas María Isabel y Marta en compañía de su madre doña Teófila. Sin embargo, debido a las necesidades de cuidar a su madre, hoy con 101 años, las hermanas han tomado la difícil decisión de cerrar la ferretería.
Dentro del personal, destacan dos pilares fundamentales que crecieron junto con el negocio: Alberto Chocobar, quien lleva 45 años trabajando allí, y Hernán Álvarez, con 40 años siendo parte de la empresa. Como señala María Isabel, ‘‘Cuando mi papá partió, que era el que estaba a la cabeza, Alberto fue un pilar muy fundamental para seguir adelante’’.
La historia de la ferretería comenzó con lo más elemental, pero gracias al esfuerzo, sacrificio y trabajo constante, logró posicionarse como un referente en la zona. ‘‘El negocio, comenzó pequeño, pero con mucha dedicación y perseverancia, lograron lo que tenemos hoy. Y nosotras seguimos el camino’’, contó Marta Isabel Tapia.
Tomar la decisión no fue fácil para las hermanas Tapia. ‘‘Costó tomar la decisión. Lo pensamos y lo repensamos mucho antes de llegar a la conclusión de que era lo mejor. La vida no se detiene y mi mamita necesita más atención y hay que disponer tiempo para ella’’, recalcaron.
El cierre del negocio ha generado una gran conmoción entre los clientes de la ferretería. ‘‘Un montón de gente viene y nos preguntan, ¡¿pero cómo van a cerrar?!, si yo desde chico venía a comprar acá’’, relata Marta, quien junto a María Isabel, agradece profundamente a su clientela, por el cariño y la preferencia durante todos estos años que permanecieron abiertos.