“Ayer justo salí de la Caja Los Andes cuando vi a una persona desvaneciéndose en Sotomayor. Tenía un paro y, gracias a Dios, estaban los bomberos del centro. Lo reanimaron y le salvaron la vida”. Ese fue el mensaje que llegó al WhatsApp de El Referente y que nos llevó hasta la Primera Compañía de Bomberos de Calama, en pleno centro de la ciudad, para conocer esta historia de vocación y rápida reacción.
El cuartel se ubica en calle Sotomayor, donde ayer, cerca de las 14:00 horas, los voluntarios divisaron a un hombre tambaleándose. “Estábamos en el portón cuando vimos a una persona con un mareo evidente. Nos acercamos, le dimos los primeros auxilios, y nos dijo que tenía un fuerte dolor en el pecho y mareo”, relató el bombero Sebastián Antonio Ezquivel Veliz.
Al poco tiempo, la situación se agravó. “El paciente empezó a perder el conocimiento… y el pulso. Aplicamos maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y logramos devolverle el pulso. Lo mantuvimos estable hasta que llegó el SAMU”, agregó Sebastián. La ambulancia lo trasladó al Hospital Carlos Cisternas.
Según información preliminar, el afectado tendría cerca de 45 años, medía alrededor de un metro sesenta, y sería oriundo de La Serena. Habría sufrido una baja de azúcar. Se encontraba solo en la ciudad, aparentemente por razones laborales.
“Para eso somos bomberos”, afirmó Sebastián. “No solo cuando llaman al 132. Aquí en el cuartel también ayudamos. Mientras haya un bombero, siempre responderemos a quien lo necesite”.
Gracias a la mirada atenta de una transeúnte, la vocación de los voluntarios y la rápida reacción del SAMU, este episodio terminó con vida salvada. Una historia que nació con un mensaje ciudadano y que merece ser contada.
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