La Municipalidad de Calama anunció la suspensión de la entrega de permisos para el comercio ambulante, una medida que afectará principalmente al sector del paseo Ramírez, entre las calles Vivar y Abaroa. Según la alcaldesa subrogante, Diana Veas, esta decisión responde a la necesidad de fortalecer la fiscalización, despejar la zona en caso de emergencias y mejorar la seguridad pública en el sector.
“El comercio irregular dificulta nuestra labor de control y fiscalización, además de representar un obstáculo en situaciones de emergencia, donde se requiere mantener la zona despejada. También buscamos garantizar mayor seguridad pública en este espacio tan concurrido”, explicó Veas. En este contexto, los permisos vigentes serán revocados, y el municipio está evaluando la reubicación de los comerciantes autorizados hacia otros sectores más adecuados.
La medida ha sido bien recibida por los comerciantes establecidos. Mónica Palacios, presidenta del Barrio Comercial Latorre, destacó que “ya era hora que se aplicara una acción concreta para detener el comercio irregular en el centro. Esto permitirá reactivar el sector y beneficiar a quienes trabajan de forma regular”. Palacios también sugirió complementos a la iniciativa, como mayor limpieza, mejor iluminación y un horario temprano para el retiro de basura.
Por otro lado, Veas indicó que las terrazas instaladas durante la pandemia en el paseo Ramírez también deberán ser retiradas, ya que las autorizaciones correspondientes han caducado. El municipio notificará a los responsables para proceder con el desalojo, garantizando así un uso más ordenado del espacio público.
Finalmente, la alcaldesa subrogante aseguró que la medida será revisada cada tres meses, con el propósito de evaluar su efectividad y buscar soluciones definitivas para los emprendedores. “Estamos analizando la creación de una corporación de fomento productivo para apoyar la regularización de actividades y evitar permisos precarios”, agregó Veas. Asimismo, dejó claro que no habrá excepciones para celebraciones como el 14 de febrero o el Día de la Madre, aunque se buscarán alternativas para los comerciantes.