Cerca de cien apoderadas de los jardines infantiles de Fundación Integra en Peine y Toconao participaron en talleres organizados por el Instituto de Previsión Social (IPS), enfocados en la promoción de derechos previsionales y de seguridad social para mujeres de zonas rurales y con baja conectividad.
La directora regional del IPS, Ruth Rodríguez, resaltó el compromiso del Instituto con las comunidades más apartadas, mencionando que “en 2025 el programa cumple 10 años de ejecución y estamos enfocados en acercar el Estado a las personas, para que nadie quede fuera por desconocimiento”. También valoró la colaboración con Fundación Integra, destacando que “estas instancias reflejan la importancia del trabajo intersectorial y la construcción de redes colaborativas”. Añadió que la alianza ha sido clave para llegar a espacios donde las familias se sienten acogidas, como los jardines infantiles, y expresó su intención de “seguir fortaleciendo estos espacios de apoyo a la comunidad”.
Por su parte, María Órdenes Mundaca, directora regional de Fundación Integra, explicó que los talleres “beneficiaron directamente a las familias y trabajadoras de los jardines infantiles Parinitas de Peine y Lickan Antay de Toconao, comunidades educativas que hoy conocen sus beneficios previsionales y cómo acceder a ellos, lo que implica un apoyo directo al bienestar integral de las 51 niñas y niños que asisten a ambos establecimientos”.

Durante los talleres, realizados en los propios jardines infantiles, las participantes conocieron en detalle la pensión garantizada universal, el bono por hijo/a, subsidios, asignaciones familiares, beneficios por invalidez y otros trámites vinculados a la seguridad social.
Doris Jofré, quien asistió a la actividad en el jardín Parinitas de Peine, agradeció la visita del IPS destacando la claridad con la que se explicaron los beneficios y la amabilidad del equipo. Por su parte, Irma Barraza participó del taller en el jardín y sala cuna Lickan Antay de Toconao, donde valoró la ayuda para gestionar un poder para cobrar pensiones y el acceso a información relevante para las mujeres del pueblo, resaltando la importancia de llevar estos servicios a sectores alejados.
Más del 80% de las asistentes a ambas jornadas manifestó pertenecer al pueblo atacameño, con edades que iban desde los 28 hasta los 87 años. Además, más de la mitad afirmó ser cuidadora sin recibir remuneración por esa labor.
