En el auditorio del Hospital Carlos Cisternas de Calama, se llevó a cabo una emotiva ceremonia para presentar oficialmente el programa “+ Allá de la Cirugía”, que permitirá a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama acceder a reconstrucciones mamarias gratuitas. La jornada reunió a las primeras cinco beneficiarias, quienes compartieron sus historias de lucha y esperanza, marcando un hito en el acceso a cirugías reconstructivas en la región.
La ceremonia contó con la participación del cirujano plástico Rodrigo Ramírez Andersen, el subdirector médico del hospital, Patricio Toro, y Marcela Toledo, representante de la fundación Gladys Marín, quienes destacaron la relevancia del programa como una herramienta para devolver la confianza, la calidad de vida y la dignidad a las mujeres que enfrentaron esta enfermedad.
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Este proyecto, liderado por el cirujano plástico y experto en microcirugía reconstructiva, Rodrigo Ramírez Anderson, tiene como objetivo devolver no solo la salud física, sino también la confianza y plenitud emocional a las pacientes. En entrevista, el médico detalló que en el ámbito privado, una cirugía de reconstrucción mamaria tiene un costo promedio de $25 millones, lo que la hace inalcanzable para muchas mujeres. Sin embargo, gracias al financiamiento del Gobierno Regional y el CORE de Antofagasta, el programa logró reunir $30 millones, fondos con los que se podrán realizar entre siete y ocho cirugías, dependiendo de la complejidad de cada caso.
“Hoy ya vimos a las primeras cinco pacientes y estamos listos para partir. Este proyecto nos costó el equivalente a una sola cirugía en el sistema privado, pero aquí lograremos operar a varias mujeres. Esto demuestra que, con organización y apoyo, podemos maximizar los recursos para beneficiar a más personas”, explicó Ramírez.
El médico también destacó su compromiso de hacer de este proyecto una iniciativa permanente. “Esto no será un evento único, no es un “veranito de San Juan”. Mi objetivo es que este programa perdure en el tiempo, abriendo puertas para que más mujeres puedan acceder a estas intervenciones. Invito a más especialistas a unirse, porque mientras más personas y recursos sumemos, mayor será el alcance del programa”, señaló.
El proyecto cuenta además con el respaldo de la fundación Gladys Marín, representada por Marcela Toledo, quien jugó un papel clave en la gestión de los fondos. Según Ramírez, este apoyo fue fundamental para sortear los desafíos administrativos y lograr que los recursos llegaran a Calama. “Sin la fundación, esto habría sido mucho más complicado. Fue un proceso arduo, pero valió la pena por el impacto que generaremos en estas mujeres”, finalizó.