A partir del 10 de agosto comenzará a regir la nueva Ley de Reorganización y Liquidación de Empresas y Personas, la cual permitirá a personas y empresas de menor tamaño opten por una reorganización de sus pasivos en desmedro de una quiebra. Normativa que busca, además, disminuir la pérdida social y económica de la sociedad.
Esto se implementará mediante cuatro pilares: creación de procedimientos simplificados de rápida tramitación y bajos costos de administración para personas, micro y pequeñas empresas; incentivo al reingreso del deudor al sistema crediticio; incrementación de tasas de recuperación de créditos; y promoción de reestructuraciones de pasivos y la agilización y facilitación de procedimientos.
El ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau, subrayó la importancia de esta ley “especialmente para las personas naturales, las micro, y pequeñas empresas, ya que se crean procedimientos simplificados especiales para este grupo, de rápida tramitación y bajos costos. Con esto se promoverá la reorganización por sobre la liquidación, lo que incentivará la recuperación de créditos, se preservan empleos y se evita el corte de cadenas de suministro”.
Por su parte el superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento, Hugo Sánchez, planteó que “esta iniciativa introduce múltiples mejoras a la actual ley, que implica un mayor acceso para las personas naturales y las micro y pequeñas empresas a procedimientos simplificados, más flexibles, menos burocráticos y más económicos en su acceso, permitiéndoles tener una segunda oportunidad en sus actividades económicas”.
La iniciativa fue publicada recientemente en el Diario Oficial, por lo que a contar del 10 de agosto comenzará sus operaciones formalmente.