Con profundo pesar, el mundo de las artes escénicas chilenas despidió este lunes a la destacada actriz Gabriela Medina, cuyo fallecimiento fue confirmado por la cuenta oficial de ChileActores durante la tarde. La institución lamentó la pérdida de “una figura fundamental del arte chileno”, reconociendo su legado de más de sesenta años de trayectoria, marcado por un compromiso inquebrantable con la dignidad del oficio actoral.
Desde muy joven, Gabriela encontró en la actuación su vocación. A los siete años ya se sentía actriz, aunque su madre —modista de teatro y ópera— la alentó a estudiar pedagogía. Sin embargo, su destino estaba sobre los escenarios, y en los años 60 se unió a la compañía Teknos, con la que recorrió el país llevando teatro a los rincones más diversos de Chile.
En 1976 recibió el premio a mejor actriz por su rol en La familia de Marta Mardones. Su paso por el Teatro Camilo Henríquez y el Teatro Nacional Chileno marcó una época, con interpretaciones inolvidables durante tiempos de represión. En televisión, se convirtió en rostro familiar con su participación en más de treinta teleseries, como Los títeres, Ángel Malo y Brujas. También brilló en el cine con actuaciones en cintas como Coronación, La fiebre del loco y Machuca.
Gabriela Medina también fue una incansable defensora de los derechos laborales de los artistas. En reconocimiento a su labor sindical y social, la Sala 1 del Teatro Sidarte lleva su nombre. En 2024 recibió el Premio Caleuche a la trayectoria, sumándose a otros reconocimientos como el Premio APES (2011), el Premio Cine Chileno (2013) y distinciones de la Embajada de Chile en Suecia y del Teatro Experimental de la Universidad de Chile.
Su vasto legado escénico y audiovisual es parte integral del patrimonio cultural del país, inspiración para nuevas generaciones y símbolo de lucha por la dignidad actoral.
