Pese a que sus instalaciones están completamente finalizadas y listas para operar, el Terminal Rodoviario de Calama continúa cerrado. El recinto cuenta con 17 empresas confirmadas, 17 andenes habilitados y 119 estacionamientos disponibles, pero su apertura depende de un solo trámite: el cambio de razón social de la empresa concesionaria, aún en espera de resolución por parte del Ministerio de Bienes Nacionales.
“Hoy día el lugar está en condiciones de funcionar, pero legalmente no puede. Solo falta el cambio de titularidad. Ya es tiempo de cortar la cinta, falta solo un papel”, expresó el diputado Sebastián Videla, tras una visita al recinto donde constató que la infraestructura está operativa.
En el aspecto técnico, el terminal cuenta con cafetería, minimarket, cajeros automáticos, baños para hombres, mujeres y personas con discapacidad, duchas, mudadores, y comedor para el personal. También incorpora vigilancia 24/7, cámaras, presencia de Carabineros y apoyo de Seguridad Ciudadana.

El diputado recordó que este proyecto comenzó en 2013 y fue concesionado en 2014, pero hasta la fecha no ha podido iniciar funciones. “He oficiado a distintas entidades para obtener claridad. Si esto no se resuelve, incluso se debe evaluar el término de la concesión. No es razonable que tras más de una década aún no opere”, afirmó.
Además de la infraestructura para pasajeros, el recinto contempla la entrada de transporte público: micros y taxis colectivos tendrán espacios definidos en el interior del terminal. Los estacionamientos operarán bajo un sistema de cobro desde el primer día, para evitar el ingreso de vehículos no registrados (piratas).

Ronald Leaño, administrador del terminal, explicó que “teniendo la documentación, estamos listos para operar. Solo faltaría iniciar la gestión de patentes y contratos con los operadores. Si Bienes Nacionales entrega el documento antes del 15 de junio, podríamos abrir en agosto”.
El abastecimiento del recinto también está garantizado. Cuenta con una planta de tratamiento de agua con capacidad para 30 mil litros, generadores eléctricos para cortes de energía, y conexión a internet satelital con red wifi para usuarios y empresas.

“Este lugar está mejor que muchos terminales del país y aún no puede abrir. La municipalidad tampoco puede intervenir hasta que no se resuelva el trámite de Bienes Nacionales. Es frustrante”, añadió el parlamentario tras su recorrido.
El proyecto contempla varias etapas de expansión. La segunda, que comenzaría seis meses después de la apertura, incluirá servicios logísticos para las empresas de buses: carga de combustible, limpieza, baños y estacionamientos para flotas. Más adelante se sumaría un supermercado, un boulevard comercial y nuevos andenes.

“Nos proyectamos como un terminal moderno e integral. La infraestructura está, la recepción de las empresas ha sido buena. Solo falta que se destrabe el trámite en Santiago”, concluyó Leaño.
