
El proyecto de ley que regula la contaminación lumínica con el fin de proteger el potencial de desarrollo de los cielos del país, para la investigación científica y el desarrollo turístico, en particular de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo; fue aprobado en su tercer trámite constitucional en la Cámara de Diputados y ahora será remitido al Ejecutivo para su tramitación.
La iniciativa modifica la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, exigiendo la elaboración de un Estudio de Impacto Ambiental en los proyectos que puedan generar contaminación lumínica en áreas con valor científico, de investigación y/o turístico para la observación astronómica.
Proyecto

Tal como consta en el informe de la Comisión de Medio Ambiente y conforme a los antecedentes aportados por los autores de la propuesta: los diputados José Miguel Castro, Francisco Eguiguren y Sofía Cid; la contaminación lumínica es la emisión de radiación electromagnética que no cumple una función de mejorar la calidad de vida de los seres humanos, sino que únicamente eleva los niveles de iluminación natural de un lugar.
“Es un tremendo aliciente para toda la macro zona norte. Como antofagastino estoy feliz de que se haya aprobado por unanimidad. Esto va a proteger nuestros cielos, nuestra salud, animales y sobre todo al astro-turismo y astronomía”, manifestó Castro.
Experto
Los cielos de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, constituyen un valioso patrimonio ambiental y cultural, reconocido a nivel internacional como el mejor existente en el hemisferio sur para desarrollar la investigación astronómica. En ese contexto, el Director del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, Eduardo Unda-Sanzana valoró el avance de la iniciativa.

“Esto ha sido una experiencia muy interesante de colaboración entre el mundo científico y el mundo político. La moción del Diputado José Miguel Castro parte de una reunión que el Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta organizó a comienzos de 2018 en el Observatorio Cerro Paranal, con apoyo de ESO Chile, y la participación del Programa de Astronomía de CONICYT y del Ministerio de RREE”, detalló el profesional.

